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Liga BBVA | Barcelona 2 - Granada 0

Xavi derriba el muro de Toño

El Barça sufre lo indecible para doblegar al Granada. Los de Vilanova suman 15 de 15 y duermen a 11 puntos del Madrid. Toño, a un palmo de la gloria.

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<b>PIDIÓ PENALTI, PERO NO LO FUE. </b>Alexis cayó dentro del área encima de Toño y pidió al árbitro la pena máxima, pero antes el chileno había empujado a Borja Gómez.
PIDIÓ PENALTI, PERO NO LO FUE. Alexis cayó dentro del área encima de Toño y pidió al árbitro la pena máxima, pero antes el chileno había empujado a Borja Gómez.

Volvió a ganar sufriendo el Barça. Especialmente, porque Toño hizo el partido de su vida y porque el Granada logró desactivar a un Barça irreconocible durante la primera hora de partido, pero cuando Xavi tomó el mando del encuentro, el conjunto blaugrana logró un triunfo tan importante como agónico. Una victoria que con los números en la mano es estupenda para los intereses de los de Tito Vilanova, pero que si se escarba un poco, no disimula que no todo el monte es orégano.

Empecemos por el resultadismo. El 2-0 ante el Granada le sirve al Barça para asentar su liderato de manera supuestamente incontestable. Los catalanes han ganado 15 puntos de los 15 posibles y se fueron a dormir dejando al Real Madrid a once puntos a la espera de lo que pase esta noche en Vallecas. En este sentido, poco se le puede reprochar al equipo barcelonista contemplando los guarismos fríamente. Por poner un ejemplo, un culé que viva en Nueva York y que se limite a seguir a su equipo por el teletexto, debe de estar convencido de que esta Liga es pan comido. La realidad, sin embargo, es otra muy diferente.

Las sensaciones no son las de un equipo que domine la Liga en plan cacique. Se le tiene que conceder a los de Vilanova su fe en el triunfo y su trabajo en los instantes finales del partido, pero tanto en Pamplona, como en el Camp Nou ante el Valencia, el Spartak y el Granada, los resultados perfectamente pudieron ser otros.

Dormidos. El Barça planteó el partido como el ideal para hacer pruebas y se encontró con que al final tuvieron que ser las vacas sagradas, especialmente Xavi, pero sin olvidar un paradón de Valdés ante Orellana, las que le sacaran las castañas del fuego. La tragedia se mascó por momentos en el Camp Nou.

Los jugadores de Vilanova salieron a jugar como si se hubieran pasado la tarde viendo la asamblea de compromisarios que ocupó la actualidad culé durante toda la jornada. De hecho, la asamblea acabó justo cuando el partido agotaba el primer tiempo, hecho que provocó que el palco estuviese desierto durante la primera parte. El caso es que el Barça estuvo lento, pesado, espeso y predecible ante un Granada que era todo lo contrario. Los de Anquela, a base de un despliegue físico descomunal se llevaban todos los balones divididos y taponaban cualquier acción ofensiva blaugrana.

Y si el Barça, por esas cosas de la calidad individual, lograba conectar algún disparo, aparecía Toño. El portero del Granada estuvo sencillamente espectacular. En especial en la segunda parte, cuando ya el Barça, con Xavi al mando de las operaciones, puso cerco a la portería visitante. Toño se quedó a un palmo de la gloria, a centímetros de convertirse en el Javi Varas de la pasada temporada en el Camp Nou. Paró lo parable y lo imparable con ocho acciones de mérito...hasta que a falta de tres minutos para el final, Xavi sacó el genio con un disparo potente y seco desde la frontal que tras dar en el larguero acabó con la resistencia del Granada. El segundo gol, en el descuento y en propia puerta castigó al visitante y no debe ser un espejismo para el líder.