De palo en palo hasta el playoff

Pocas veces un empate a cero deja tan satisfechos a dos equipos. Suiza sacó verdadero petróleo de un mal partido del que pudo salir goleada; España se estrelló contra el mal que acusa desde hace unos meses, la desesperante falta de gol, pero certificó el pase a la penúltima ronda antes del Europeo sub-21, título que posee desde el año pasado. Toda vez que los de Julen Lopetegui, de estreno tras la destitución de Luis Milla, recuperaron las sensaciones olvidadas en los Juegos Olímpicos de Londres, España volvió a ser la de siempre, bailando a un rival que el año pasado le disputó la final del Europeo sub-21 y que hace tres años fue campeona del mundo sub-17. Una teórica generación helvética de oro que se ha vuelto a ver superada por una España muy superior que no supo rematarle en su propia casa y a la que sólo los postes apartaron de la victoria.

Porque a España lo único que le faltó fue el gol. Rozó la hazaña Rodrigo, porque en eso se ha convertido anotar para los españoles, hasta en tres ocasiones. El palo repelió todas y cada una de ellas, pero el delantero del Benfica representó todo el miedo que infligió la Sub-21 en la selección suiza. Desde el primer minuto España apretó. Sarabia falló lo impensable, con Burki rendido y el balón botando delante de él dentro del área pequeña. El fallo sólo aumenta la idea de que una maldición persigue a España. Deulofeu no quiso ser menos y volvió a errar un gol realmente sencillo, con el portero otra vez vencido; sin embargo, su disparo, insulso, desganado, se detuvo en las manos de Burki. Si bien fueron dos fallos clamorosos, España ya había dejado claro quien mandaba sobre el lamentable césped de Tourbillon.

Suizo armó dos líneas delante de su área para sobreponerse del susto. Sólo Kasami despertaba un ligero temor en la defensa española, empeñada en darle emoción a un partido pintado del azul celeste español. Pero el zurdo del Fulham no fue suficiente y, aunque reclamó un penalti de De Gea, apenas pisó el área española. Con Suiza recompuesta, España comenzó a pasear la pelota de lado a lado, buscando huecos, grietas en la compostura helvética. Entonces Koke se adivinó entre las camisetas rojas, el movimiento de una azul. El desmarque de Rodrigo reclamaba un balón perfecto y allí lo mandó el atlético. El del Benfica, acosado por los centrales, remató como pudo y su balón perfiló el poste. Entre medias, Tello había marrado dos ocasiones claras, de nuevo, en carrera y sólo frente al portero.

La primera mitad dejaba entrever que España saldría a morder en la reanudación. Nada más lejos de la realidad. Suiza no quería atacar con el valioso punto en su mano y los de Lopetegui no encontraban la llave. Rodrigo volvió a asustar con un tremendo zurdazo al larguero y un cabezazo que terminó en la cruceta. Las dos ocasiones minaron a los españoles, que iban cediendo profundidad a medida que Lopetegui hacía cambios. Isco y Álvaro Vázquez entraron por Deulofeu y Tello, pero ninguno surtió efecto. El dominio estéril de España fue más estéril que nunca. A pesar de todo, el punto vale para jugar el playoff antes del Europeo, un paso más en la defensa del título de Campeón de Europa.