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Real Madrid - Barcelona | El análisis arbitral

Mateu Lahoz dejó su sello en el Bernabéu

Acertó al expulsar a Adriano y anular el gol de Pepe.

Urízar Azpitarte
Actualizado a
Mateu Lahoz.

Mateu Lahoz dejó su sello. Cuando el Comité Técnico de Árbitros le subió, sabía que era un colegiado de un gran futuro. Seguro que recibió las últimas clases impartidas por el colegiado internacional Birigay, aquel gran trencilla de Vizcaya que se fue luego a Canarias, donde descubrió a Merino González y Socorro González. Después acabó dando clases en la territorial de Valencia, donde también se vio su mano, porque de allí salieron buenos árbitros. He visto el compromiso de Mateu Lahoz con el arbitraje en este partido, dándole un sello especial. Y vuelvo a reiterar que cuando él quiere, siempre hace unos partidos bastante buenos.

En el primer tiempo tuvo de todo. Dos caídas de Alexis dentro del área, al que por cierto, le encanta tirarse en cuanto siente el contacto. Una expulsión bien señalada en el minuto 27 a Adriano, que agarró claramente a Cristiano cuando este se disponía a encarar la portería contraria. El portugués rebasaba al último hombre de la defensa culé y, por lo tanto, era una roja justa.

También tuvo que anular un gol a Pepe en el minuto 23. Marcó de cabeza en un balón parado, pero previamente el portugués había empujado reiteradamente a Mascherano dentro mismo del área para hacerse un hueco para rematar a puerta.

En relación a las tarjetas mostradas, tuvo una actuación correcta, ya que varias de ellas fueron precedidas de amonestaciones verbales, y además tuvo el detalle de que después de aplicar la ley de la ventaja amonestó correctamente en una acción a Arbeloa. Sólo un pero en este sentido en la primera mitad. En el minuto 12 amonestó bien a Mascherano por una obstrucción a Di María, pero luego, en el 23, le perdonó la amarilla a Adriano por una obstrucción parecida a Özil (pueden comparar ambas jugadas en las imágenes de la izquierda). Luego, tuvo que echarlo con la roja por el agarrón a Cristiano.

En la segunda parte destaco de su arbitraje la buena dirección del juego, pitando lo justo y amonestando a Xabi Alonso dos minutos después de que cometiera una infracción sobre Messi. Aplicó bien la ventaja y sólo enseñó la amarilla con el juego interrumpido. Y esto es para que los jugadores sepan que las faltas que conllevan tarjetas no hay que dejar de sacarlas porque hayan transcurrido después varias jugadas.

En resumen, Mateu Lahoz tuvo un muy buen arbitraje y se ha colocado en la buenísima línea que yo siempre he esperado de él.