El Milán ha hecho una limpia de veteranos y casi no ha fichado

El Milán que se enfrentará hoy al Madrid está en pleno proceso de cambio de identidad. Del conjunto rossonero plagado de ilustres veteranos de los últimos años ha pasado a un Milán low cost. Este verano han abandonado Milanello viejos guerreros como Nesta (se fue a los Montreal Impact de la MLS), Gattuso (al Sion suizo), Seedorf (nuevo ídolo del Botafogo), Van Bommel (volvió al PSV Eindhoven), Zambrotta (sin equipo) y el eterno Pippo Inzaghi, que ha pasado a dirigir el Juvenil milanista.

Además, ha perdido a su hombre gol, Ibrahimovic (35 tantos el curso pasado) y su baluarte atrás, Thiago Silva. Se fueron al PSG por 65 millones de euros (42 el brasileño y 23 el sueco). Berlusconi, por contra, casi no se ha rascado el bolsillo. Esos ingresos han ido destinados a reducir la gran deuda del club (tres años seguidos superando los 60 millones por temporada). Sólo pagó 4,5 millones por el central Acerbi (Chievo), 500.000 euros por el portero Gabriel (Cruzeiro) y se recurrió a contrataciones gratis como el internacional azzurro Montolivo (Fiorentina), el malí Traoré (Nancy) o la cesión del guineano Constant (Genoa). Así, la deprimida afición rossonera sólo se aferra a Pato, Robinho y Cassano... y a la esperanza de que regrese Kaká.