Apellidarse Torres es lo que tiene

En mayo de 2001 irrumpió en el Atlético un joven que causaba furor en las categorías inferiores del fútbol español y tenía encandilado a los técnicos del club madrileño. Fernando Torres contaba con 17 años y de la noche a la mañana se convirtió en el ídolo de la afición rojiblanca. El Niño llegar a ser el buque insignia de un club que atravesaba por uno de los peores momentos de su historia. Otro Torres, esta vez de nombre Óliver, vuelve a hacer soñar a la afición del Atlético. El primero ha hecho historia en nuestro fútbol y Óliver está empezando a escribir la suya. Se podría decir que apedillarse Torres tiene estas cosas.

Fernando jugó 174 partidos de Liga con el Atlético en Primera División y marcó 75 goles. Jugó un año y unos meses en Segunda y cinco temporadas en Primera con el Atlético y el dinero de su traspaso propició que la entidad firmara jugadores como Simao y Forlán.

De este nuevo Torres, de nombre Óliver, sabían su calidad los técnicos de las categorías inferiores del Atlético. Ganó con el club madrileño el campeonato juvenil del grupo quinto, por delante de Rayo Vallecano y Real Madrid, y ha sido un asiduo de las convocatorias de la Selección española. Hace unos días ganó el Europeo Sub-19, lo mismo que el Niño. Óscar Mena ha sido su entrenador en juveniles y por Majadahonda han ido desfilando ojeadores de la Premier durante toda la temporada. No sólo fueron a ver a Óliver.

El club es conocedor que tiene una joya y por eso le prorrogó su contrato hasta 2017. El propio centrocampista no se dejó seducir por los elogios del fútbol inglés, especialista en captar jóvenes valores. Mena, al igual que los técnicos de las inferiores, entendía que a Óliver le faltaba físico para competir al más alto nivel, pero el jugador ha ido ganando cuerpo. El Cholo le vio hacer diabluras con los juveniles y un día le desafió: "A ver si lo haces con los mayores". Y Óliver tuvo el mismo temple y control del balón ante los del primer equipo. Simeone entendió que el chico no se arrugaría. El resto, condiciones técnicas, le sobran. Por eso le convocó ante el Betis, al término de la pasada temporada.

Este año se fue con España, acabó en plan figura y Simeone le ha vuelto a requerir. "La idea es que fuera jugando unos minutos, poco a poco, pero vamos a ver qué sucede", dice gente con peso dentro del equipo. Simeone está ensayando y el Atlético perdió a Diego, el mejor dotado técnicamente del equipo. El técnico ha probado con Raúl García y Arda puede jugar por el centro. Simeone probó a Óliver ante el Celta como mediapunta y también por la derecha. Y no le desagradó. Su historia está empezando.