Bielsa cierra la lista: van los mismos a Casablanca

El Athletic regresa hoy a Casablanca, terreno conquistado a las órdenes de Caparrós en 2008, cuando ganó la Morocco Summer Cup tras batir al Udinese en la final por 3-0, en una primera mitad de ensueño. Juega en el mismo estadio, el imponente Mohamed V, con capacidad para 65.000 espectadores, pero que presentará mucho cemento. Y eso que se mide a uno de los equipos locales, el Raja, que trata de recuperar su hegemonía en la ciudad después de que el WAC se le haya subido a la chepa. Los verdiblancos quedaron cuartos en la Liga Botola, un campeonato que ya han ganado diez veces.

Marcelo Bielsa ha cerrado la lista. Se lleva a Casablanca a los mismos 18 convocados que vencieron en Grenoble al Lyon, aunque pueda haber alguna novedad en el once. A la espera de que se recupere San José de la varicela y de saber si la pubalgia de Amorebieta no tiene solución a corto plazo, lo mejor que puede hacer el rosarino es dar continuidad a los únicos dos centrales que le quedan sanos: Ekiza y el reconvertido Aurtenetxe, quien tras sus dudas en la primera parte, terminó a buen nivel en Francia.

Habrá que ver si Bielsa se decide por dar más minutos a Castillo e incluso a Aduriz, que en la final de hace cuatro años marcó el tercer tanto. Quién le iba a decir al donostiarra que ese mismo verano le traspasarían al Mallorca. Y más aún que volvería a Marruecos como fichaje en su tercera etapa rojiblanca.

Los leones llegarán a Casablanca a la hora de comer. Apenas tendrán tiempo de visitar el gran zoco que tienen frente a su hotel de concentración, el Sheraton, el hospedaje de entonces. Los de Bielsa van a lo suyo, a acumular minutos en sus piernas. No puede perder tiempo el técnico, que tendrá un doble test más serio el fin de semana en el torneo de Wroclaw. Habrá que ver si entonces, para la exigente cita del fin de semana, tampoco tira de David López, el único que se antoja rescatable en su idea del quinteto de eliminados que completan Orbaiz, Zubiaurre, Cerrajería y Ustaritz.

Charlas. El preparador argentino estuvo ayer hablando personalmente por la mañana con De Marcos, Galarreta e Iñigo Pérez, mostrándoles los retazos de lo que pretende de ellos. Con quien no hablará, como hizo en Grenoble, fue con la prensa. Es más que probable que el técnico no se sitúe ante los micrófonos hasta la eliminatoria de la Europa League, que se sorteará este mismo viernes. Un cambio de panorama que, si bien le protege de calentones, no va con la línea del año pasado. La crisis de las obras ha hecho mella.