Un estadio que está en continua remodelación

Desde su inauguración en 1947, el Bernabéu se renueva año a año. El primer cambio drástico fue en 1954. Se amplió un lateral para acoger a 125.000 espectadores. En 1957 se puso en marcha la iluminación eléctrica. La segunda modificación radical fue en 1982 con el Mundial de España. Las obras duraron 16 meses. La mitad del aforo se convirtió en asientos y se paso de 125.000 a 90.800 espectadores. Se remodeló la fachada y se instalaron videomarcadores.

Con Mendoza, entre 1992 y mayo de 1994, llegó el tercer cambio. Se cerraron los fondos norte y sur y el lateral de la Castellana. Se levantaron las cuatro torres. El aforo se puso en 110.000. Sanz, en 1998, redujo la capacidad a 75.328 porque eliminó todas las localidades de pie.

Desde que Florentino llegó al Madrid en 2000 (con una interrupción de tres años) se han gastado unos 150 millones de euros en convertirlo en un estadio cinco estrellas y se remodela cada temporada. Puso nuevos vestuarios de lujo, palcos, zonas VIP (3.000 localidades), el palco de honor se cambió de La Castellana a Padre Damián, hay una nueva zona de Prensa en el lateral Este, nuevos videomarcadores, ascensores panorámicos, una visera para cubrir el lateral Este, cuatro restaurantes, escaleras mecánicas, se construyó un edificio multiusos (la T4) con una macrotienda Adidas, hay calefacción, acústica y sistema de ventilación. El aforo es de unos 82.000 espectadores.