Una noche en vela para no quedarnos sin ir a la final

Ante el escaso número de entradas que la UEFA cedió a cada finalista (8.980), cientos de atléticos hemos recurrido al arcaico método de hacer noche ante las taquillas para no quedarnos sin localidad. El Betis-Atleti dio paso a la segunda noche que el Calderón ha dormido con gente a sus pies.

En el kit del trasnochador no faltaron cervezas y café para pasar mejor el rato; videojuegos, prensa y apuntes para amenizar la espera y gorros, guantes y bufandas para combatir el frío. Los más cómodos instalaron incluso tiendas de campaña, decisión considerada acertada por todos ante la amenaza de lluvia que por fortuna no pasó de ahí.

Y, sobre todo, lo que no faltó fue charla: vaya pena contra el Betis, qué buen rollo ha traído Cholo, cuidado con los perros en Rumanía... De entre los temas serios, Bucarest y el cómo llegar dieron para mucho. Con la entrada casi comprada, tocaba pensar en el viaje. La mayoría se ha decantado por los organizados, que rondan los 600 euros, pero hay alternativas más económicas haciendo agotadoras escalas en los vuelos. Nuestra ruta, por ejemplo, pasa por Dublín y sale a unos 125 euros el trayecto. Otros han mirado trenes, coches de alquiler, etc. para ahorrar. Con la entrada en la mano, la noche mereció la pena. Ahora falta el gordo del día 9...­