Un castigo inmerecido

Increíble. Hasta hace bien poco, el aficionado del Atlético se enfadaba porque el equipo ofrecía una imagen penosa y se venía abajo a las primeras de cambio. El seguidor rojiblanco lamentaba que en cuanto el Atlético recibía un tanto perdía el encuentro y no había ningún tipo de reacción. Ayer el hincha del equipo madrileño se fue a la cama triste porque no pudo ganar un choque dominado y en el que había dispuesto de muchas ocasiones de gol. Anoche los seguidores vieron orgullosos el juego de los de Simeone y su despliegue en el estadio del Betis. El Atlético pudo machacar al rival, tuvo opciones para hacerlo, no lo hizo y lo pagó caro. Al final el gol de Falcao salvó un punto e incluso el empate fue un castigo inmerecido para un equipo cuyo pecado fue no liquidar el partido.

Dos lecturas. Pese a haber sido mejor que su rival, el Atlético se dejó dos puntos en Sevilla. De ahí el enfado y los lamentos de la afición. La lectura positiva dice que el Atlético ya está en puestos europeos y que ahora tiene dos partidos seguidos en casa para asegurar la Europa League y para luchar por la Champions. La otra parte, la menos positiva, señala que los rojiblancos perdieron una ocasión de oro para asaltar el cuarto puesto de la tabla. Con todo, el Atleti sigue en la lucha y llega a las dos últimas semanas con todas las expectativas: estar en la élite liguera y con la posibilidad de ser campeón de la Europa League. Posiblemente todo esto lo hubiéramos firmado cuando el Cholo cogió al equipo a finales del año pasado.

Tres finales. El Atlético se tomó la recta final del campeonato casi con la obligación de ganar los últimos seis partidos. Para entrar en Champions prácticamente no cabía otra cosa. Simeone y los suyos han ido afrontando cada partido como si fuera el definitivo. Y así fueron llegando los triunfos. Ante el Rayo, en Vallecas, y ante el Espanyol en el Calderón. El empate frente a los de Mel propicia que el Atlético ya no tenga ningún margen de error en los tres partidos que restan. Esta semana el Atlético afrontará dos de ellos en casa, Real Sociedad y Málaga, que dictarán dónde estará el equipo al finalizar el ejercicio.

El Calderón. Seguro que la afición del Atlético apoyará al equipo en el encuentro del miércoles. La hinchada, volcada ahora en conseguir una entrada para la final de Bucarest, estará al lado de los suyos en un partido con tres puntos vitales en juego. El objetivo está claro: tener al Málaga a tiro, con posibilidades de pasarle en el encuentro del Manzanares del próximo sábado. Los 16 héroes que dice Simeone (los once titulares de ayer más Perea, Miranda, Mario, Koke y Arda) necesitan un Calderón lleno.

Cansancio. Había cierto temor al tema del cansancio y del poco descanso que el equipo tuvo por el partido del jueves ante el Valencia. En esta ocasión, los rojiblancos no parecieron notarlo pues prácticamente se anticiparon siempre a su rival. El Profe Ortega está haciendo un gran trabajo con la plantilla. Simeone fue un ganador nato y lo demostró como jugador y lo está haciendo también como técnico. Seguro que hoy dialogará con sus jugadores para preguntarles por los motivos por los que el equipo no sentenció el partido. Una cosa sigue estando clara por encima del resto: con el Atlético nadie se aburre y para bien y para mal este equipo es diferente a todos. Ojalá que los del Cholo puedan arreglar en estos tres partidos lo anoche. Sumar los próximos nueve puntos puede ser posible viendo el nivel de juego al que ha llegado el equipo.