"La esperanza de ir a Europa sigue viva"

Llegó diez minutos más tarde que Cristian Gómez y Víctor Sánchez al stand que había preparado el Espanyol para celebrar la fiesta de Sant Jordi. Philippe Coutinho acudió acompañado de su pareja, Ainê, y ya desde el inició acaparó todos los focos. El brasileño no negó ni un solo autógrafo ni fotografía a los aficionados que le esperaban y le gritaban "¡no te vayas al Inter!" y "¡al Barça menos!". A estas palabras respondía con una gran sonrisa y después, a las preguntas de la prensa sobre su futuro confesó estar muy tranquilo: "No sé dónde voy a jugar el año que viene. Habrá que esperar a final de temporada para ver qué decide hacer el Inter conmigo y a partir de ahí, decidir. Aquí estoy bien, pero hay que esperar. Ahora estoy muy tranquilo".

Pasadas las cuestiones sobre su futuro individual, tocó hablar sobre el futuro del Espanyol. Tras caer ante el Atlético, las opciones de acabar la temporada en posiciones europeas se complica, pero Coutinho apostó por "mantener viva la esperanza. El club y el equipo es fuerte y hay potencial para estar en Europa. Sabemos que será muy difícil clasificarnos para ello, pero aún no hay nada perdido. Queda mucho para el final del campeonato y se luchará hasta el final. Hay que mantener la calma". Lo que está claro es que el conjunto blanquiazul está ahora obligado a no fallar más porque ya no dependen de si mismos para alcanzar Europa. Pese a ello, Coutinho confía en que sus rivales directos vuelvan a tropezar y por eso, a la cuestión de si al equipo le bastaría con sumar diez de los 12 puntos que restan, contestó que "puede ser. Está claro que debemos ganar todos los partidos que quedan y esperar a ver qué hacen los otros equipos. Hay que tener esperanzas. Hemos de seguir pensando en nosotros e ir poco a poco".

"Gran experiencia".

Fue el primer Sant Jordi de Coutinho. El brasileño hizo las delicias de la afición y agradeció al Espanyol el que se hubiera confiado en él para ser protagonista en esta fiesta catalana: "Estoy muy contento. Es una fiesta muy bonita y en la toda la gente disfruta. Es una gran experiencia". El brasileño le regaló su rosa a su pareja, Ainê, y ésta le regaló un beso tierno que despertó las sonrisas de los aficionados presentes. ¿El libro? Ainê no se lo ha regalado todavía, pero espera que su pareja siga agrandando la historia del Espanyol.