Todos con Abidal

Los días de Domingo de Ramos y el Lunes de Pascua son fechas familiares que en Cataluña están marcadas por la tradición de la 'mona', un pastel de chocolate que los padrinos llevan a casa de sus ahijados propiciando una fiesta familiar. La plantilla del Barça hace mucho tiempo que tiene apadrinado a Abidal y ayer, tras el entrenamiento del domingo, los jugadores se acercaron a casa del lateral francés para entregarle la mona de Pascua y darle la mayor de las energías de cara a la semana más decisiva en la vida del francés, que esta semana se someterá a una delicada operación de trasplante de hígado.

De la fiesta se tuvo noticia gracias a la red social twitter, en la que José Manuel Pinto colgó en su cuenta cinco fotografías de la jornada festiva y llegaba incluso a desvelar el día de la operación de su compañero.

Las fotos y los comentarios del portero estuvieron apenas media hora en la red antes de que fueran borradas por el autor de las mismas. Pero es que Pinto tiene más de 35.000 seguidores en twitter y la fuerza de este medio de comunicación no parece estar demasiado calibrada por algunos de sus usuarios. Esta vez, el paparazzi estaba dentro.

Unidad y felicidad. Más allá de la fiesta, que denota que el ambiente dentro de la plantilla del equipo de Guardiola es excelente y que se comportan con la normalidad de cualquier equipo de regional fuera del campo, pero con casas con jardín y piscina, quedó claro que el equipo barcelonista vive tiempos de gran moral.

Desde que cayeron en Pamplona, han encadenado nueve victorias consecutivas en la Liga y se han clasificado por quinto año consecutivo para la semifinal de la Champions League, amén de esperar cerrar el curso con la final de Copa y haber ganado ya esta temporada las dos Supercopas y el Mundial de Clubes.

Con su recuperación, el Barça ha logrado conseguir lo que parecía una quimera, que la Liga se le haga larga al Real Madrid. Pero lo realmente importante es el partido que debe afrontar Abidal.