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Osasuna - Real Madrid | La intrahistoria

Los ultras rojillos intimidaron a una familia madridista

Por colgar dos banderas del Madrid.

Actualizado a
<b>AMENAZAS. </b>Los radicales quisieron coger la bandera por la fuerza.

El Reyno de Navarra fue el escenario de un hecho bochornoso durante el calentamiento previo al Osasuna-Real Madrid: un pequeño grupo de energúmenos con parafernalia osasunista intimidó y agredió verbalmente a cinco madridistas (dos adultos y tres niños) cuyo 'pecado' fue colgar dos banderas del Madrid en uno de los laterales del estadio.

Aunque en otras partes del Reyno hubo madridistas que portaron camisetas blancas sin problemas con la afición local, este pequeño grupo sí recibió la ira del fondo donde se ubican los aficionados rojillos más radicales. Antes de empezar el encuentro les insultaron ("¡Hijos de p...!") y poco después uno de ellos, con un polo de Osasuna, apareció corriendo para obligar por la fuerza a dos de los madridistas adultos a esconder una de las banderas.

Justo después aparecieron seis radicales más y uno de ellos intentó arrebatar la otra bandera, que sostenía uno de los niños más pequeños. Un aficionado con la camiseta de Osasuna medió para defenderles y el desagradable incidente no acabó hasta que intervinieron los antidisturbios de la Policía para custodiar a los madridistas a un lugar más seguro.

Uno de los hinchas blancos, Edgar, habló en LaSexta: "Espero que se den cuenta de lo que hicieron porque nadie quiere ir al fútbol para que le pase algo así". También aseguró que irá la próxima temporada de nuevo al Reyno.

El Madrid tomó nota y se puso ayer en contacto con estos aficionados para invitarles al partido del APOEL el miércoles.

No fue el único susto que vivieron los madridistas en su viaje a Pamplona. A la vuelta, dos autocares fueron apedreados a las 23:47 horas en el kilómetro 38 de la autopista AP-15 a la altura de Olite. Los dos vehículos tuvieron que detenerse en el arcén, uno de ellos con la luna frontal destruida y tuvo que ser sustituido. La Policía Foral y luego la Guardia Civil les escoltaron el resto del trayecto.