El Espanyol, más bestia negra, empató en el 93'

Curioso lo de Pandiani, que a pesar de jugar poco este año ha metido, ambas veces como suplente, los goles que han amargado al Betis en la primera vuelta (1-0) y ayer (1-1). Es la magia y la desgracia de Heliópolis, para bien y para mal, la que provoca que rivales de teórica igualdad como el Espanyol hayan puntuado en trece de las últimas catorce ocasiones que han pisado ese césped. Muchas de ellas sobre la bocina, como anoche, cuando el Betis ya celebraba la victoria que le hubiera dado un aliento casi definitivo sobre la zona de descenso, nueve puntos que... Se quedan sólo en siete.

Europa.

Con el punto el Espanyol pisa zona europea. Justo premio a su temporada y también a un partido en el que no fue inferior a un Betis ramplón y miedoso, en esa versión B que tanto temen Mel y la hinchada verdiblanca. Una prueba: el primer tiro a gol bético fue eso, gol de Rubén Castro (1-0, 79'). Apenas quedaban 10 minutos para el final y el Espanyol no merecía tanta pena. No es que los catalanes, repletos de suplentes, jugaran mucho mejor que el Betis, pero al menos Coutinho había mostrado clase entre líneas y Romaric, el exsevillista, tres chuts precisos que pusieron en aprietos a Fabricio. Apenas Jefferson Montero y Pereira, sobre todo éste, le dieron pimienta al equipo local, tanta como para que uno de los buenos centros del gallego acabara en la red. Pero esto es el Betis y también era el Espanyol, la más bestia cruel en el Villamarín. Nelson no despejó, Pandiani apuntó y... a la escuadra.