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Liga BBVA | La pelea por la Liga

El Barça aprieta la Liga haciéndose el muerto

El equipo culé podría dormir esta noche a cinco puntos del líder

Actualizado a
<b>CONFIANZA. </b>Pese al discurso de Guardiola, prensa y afición culé sí que ven factible voltear la Liga

A punto de entrar en las últimas diez jornadas de Liga, que es donde se deciden los campeonatos, el Barça ha logrado recortar la diferencia respecto al Madrid a ocho puntos. Una distancia considerable que para Pep Guardiola, es "imposible" de remontar, pero que para los jugadores y la afición es asumible. Un contraste de opiniones que viene a avalar que la táctica de hacerse el muerto es la mejor para acometer la machada de recortar ocho puntos en once jornadas ante un Real Madrid que ha sido hasta ahora, una máquina casi perfecta.

Guardiola, que conoce como nadie la ideosincrasia del Barcelona, es perfectamente consciente de que la estrategia que el Real Madrid adoptó cuando era perseguidor no funcionaría nunca en Barcelona. La filosofía culé no casa con términos como "cofradías del clavo ardiendo" ni apelando a épicas remontadas. La última, y quizás única, vez en la que el Barça de Pep apeló a la épica se dio de bruces ante el Inter de Mourinho. Ese día Guardiola aprendió que excitar al entorno no es sinónimo de éxito. En la otra cara de la moneda está el Madrid, equipo más que sólido en su tránsito por el campeonato, que gracias a los tropiezos del Barça, a su efectividad y también a los mensajes de Guardiola, se ha visto ya como campeón antes de tiempo. Y ahora que ha sufrido un accidente en su estadio que ha convertido la psicológica cifra de 10 en 8 (el paso de dos dígitos a uno es una frontera) puede que le pese más el miedo a perder que el ansia de ganar.

Preparación.

Desde círculos cercanos al vestuario barcelonista apuntan también que el discurso de Guardiola podría servir para preparar a la afición ante el probable éxito de los de Mourinho. No obstante, ninguna de estas tácticas pueden eclipsar a las reacciones espontáneas de los seguidores.

Después de que el Barça perdiera en Pamplona y se rezagara a diez puntos del Madrid, los barcelonistas han elevado su nivel de juego y eso se ha traducido en cinco victorias seguidas en la Liga que hasta ayer no obtuvieron el premio de un tropiezo blanco. Ya puede decir Guardiola lo que quiera, que la prensa catalana y la afición culé vieron en el gol de Cazorla el camino que indica la remontada.

Aún así, el Barça sigue siendo muy consciente de que para darle la vuelta a la Liga, hará falta no perder ni un partido más, si no exige ganarlos todos. Eso supondría sumar 11 triunfos a los cinco que llevan para lograr 16 victorias. Una gesta que Guardiola definió como "titánica" pese al optimismo reinante.