Llorente arropa a Emery antes de ir a Eindhoven

Bajan las aguas revueltas por la entidad de Mestalla. Semanas cada vez más difíciles para Unai Emery y los suyos. Hasta empiezan a destaparse trapos sucios del vestuario, como un rifirrafe que mantuvieron Rami y Barragán tras el partido contra el PSV u otro que protagonizaron Jonas y Feghouli en el vestuario de Los Cármenes de Granada. Lances de tensión habituales en el fútbol que cobran relevancia a raíz de las dudas que genera el juego del equipo, sobre todo en cuanto sufre un traspié durante un partido, como los dos goles encajados en los últimos minutos en la ida de la Europa League o el empate que sacó el Mallorca tras irse dos a cero al descanso, con pañolada al final incluida.

El club intenta ahora cerrar filas entorno a Emery para llegar a buen puerto a final de curso y después ya se verá qué pasa con el futuro de Unai (quien vislumbra ya el final de su ciclo). Ayer Manuel Llorente se reunió a solas con el entrenador en la Ciudad Deportiva de Paterna. Lo hizo para transmitirle la necesidad de dar un vuelco a la situación en Eindhoven y Bilbao y también para mostrarle confianza, reforzarle en definitiva sin pensar más allá de los próximos compromisos. Cobra tintes de final por todo lo que rodea en la actualidad al Valencia el partido de mañana.

Albelda, claro. El capitán habló ayer sobre el momento que atraviesa el equipo, y fue claro. "Ante un estímulo negativo el equipo se viene abajo", sentenció. "Los últimos partidos han sido buenos, aunque se han visto empañados por pequeños detalles. Es posible que se trate de un problema mental en parte, aunque estamos trabajando para solucionarlo", argumentó el centrocampista blanquinegro.