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Jordi Lardín

"Ganar al Madrid hoy es muchísimo más difícil"

El españolismo lo recuerda, entre otras hazañas, por ser el goleador en la última victoria contra el Madrid en el Bernabéu, 1-2 en 1996. Hoy animará desde la grada.

Actualizado a
Jordi Lardín.
agencia

Usted fue el goleador por partida doble en la última victoria del Espanyol en el Bernabéu (1-2), en 1996. ¿Cómo fueron capaces de lograrlo?

Fue un partido muy competido e igualado. La clave fue que antes de salir a jugar ya sabíamos que podíamos ganarles. Lo habíamos hecho en Sarrià, tanto en la primera vuelta de aquella Liga como en la Copa... Con un 4-1. Ahí es nada.

Con Camacho como entrenador del Espanyol.

Aquel equipo estaba hecho a la medida de Camacho. Fuimos cuartos, ahora mismo eso supondría ir a la Champions.

Ahora, ¿es posible ganar?

Todo ha cambiado tremendamente. Aquella temporada, la 1995-96, acabamos por delante del Madrid. Ahora son tan poderosos, ellos y el Barça, que debes estar perfecto y que ellos tengan un día nefasto. Es, sin duda, muchísimo más difícil que en mi época.

¿Se parece algo aquel Espanyol de Camacho, en el que precisamente Pochettino era jugador, al que hoy dirige el hispanoargentino?

El Espanyol de entonces fichaba más. Ahora están obligados a tirar de cantera. De mi hornada salimos Roberto (Fresnedoso) y yo, y tardaron unos años en salir los Tamudo, Sergio, Soldevilla, De Lucas... Ahora es un no parar.

Pero sí hay grandes jugadores de fuera ahora mismo, como Weiss o Coutinho...

Weiss y Coutinho serán grandes jugadores, pero aún se están puliendo. El día que aprendan que los regates se hacen dentro del área, serán cracks. De nada sirve regatear lejos de la meta rival, el regate es una solución para buscar el gol.

Ya que compartió vestuario con Pochettino, ¿le está sorprendiendo su trayectoria como entrenador?

Me sorprende que a la primera haya acertado tantísimo. Pero no que sea un gran entrenador, pues como jugador ya vivía el fútbol intensamente, con seriedad, sin buscar complicaciones. Eso sí, es más técnico ahora que como futbolista, me agrada esa propuesta por tener mucho el balón.

Y usted, ¿se arrepintió alguna vez de haber cambiado Espanyol por Atlético?

Fue una decisión consensuada entre el Espanyol y Jordi Lardín. Ellos, con la venta de Sarrià, necesitaban venderme. En 1996 ya tenían diez ofertas por mí pero acepté renovar, de manera que así duplicaron lo que ganaron con mi venta.

¿Por qué nunca volvió a ser aquel Speedy de Sarrià?

Fue a partir del segundo año en el Atlético. Ranieri llegó y no me quiso, pero yo seguí entrenándome igual o más que nunca. Todo cambió a peor.

Y en 2002 llegó a decir que estaba "asqueado del fútbol".

No me sentía importante, no me atraía competir. Había vivido situaciones muy desagradables en el mundo del fútbol. Pero dos años después volví a jugar, en el Leganés.

Y ahora está con los veteranos del Espanyol en la Liga Indoor. ¿Cómo le va?

El viernes perdimos ante el Madrid, pero es una forma bonita de seguir disfrutando del fútbol una vez retirado.

¿Allí hay polémicas arbitrales como en Primera?

Hombre, se pueden equivocar. Lo que me parece de poca vergüenza es que Madrid o Barça se quejen de arbitrajes. Les favorecen desde el principio de los tiempos. A los dos.