El taconazo del siglo

Gol de Oro. Ante un Rayo tridimensional, un público enfervorizado a favor de la tropa de Sandoval, un delantero en estado de gracia que dio la tarde a Pepe y a Ramos (Diego Costa), un césped duro como el pan de tres días y un entusiasmo colectivo que hubiese tumbado a cualquier rival que se hubiese puesto por delante. El partido pintaba mal para el líder, los rayistas aparecían por todas partes (ya fuera con el sol a favor o en contra), el murmullo sobrevolaba los guantes mágicos de Casillas en cada acción y los madridistas se miraban con gesto de preocupación y una sola frase para salir del aturdimiento: "Esto sólo lo puede arreglar Cristiano...". Y ahí apareció ÉL, entre una nube de zagueros espartanos. Un Superman disfrazado de rojo se empeñó en firmar de nuevo una acción que pasará a la historia. Taconazo desde diez metros. Desde Casa Dios. La cruzó con la potencia de un bisonte, como si tuviese un retrovisor en su oreja derecha y eso le hubiera permitido calcular mejor el golpeo. Preciso y violento. Pegado al palo. Para enmarcar. Para hacerse amante eterno del bendito fútbol. Para afiliarse al Madrid sólo por tener en su bando un futbolista de semejante calibre. EL TACONAZO DEL SIGLO.

Y voló Casillas. En una tarde donde las florituras estaban en excedencia, el próximo campeón sobrevivió por las genialidades del futuro Balón de Oro 2012 y por la grandeza del futuro Guante de Oro 2012: Iker Casillas. Sólo tuvo que emplearse en una. Pero valió por un partido entero. Casado la pegó desde la Avenida de la Albufera. Obús a la escuadra. Era gol o gol. Menos para otro héroe de cómic, criado en Móstoles y en sus campos de tierra empedrada. Voló de palo a palo. Como en los tiempos de Arconada y El Gato Miguel Ángel. A mano cambiada. Metió su guante derecho y raspó lo justo la bolita para desviarla. En la grada se tiraban de los pelos. "¡Cómo ha podido parar eso!". Tranquilos, amigos de Vallecas. Eso ya se lo preguntó Robben en holandés, Perotti en argentino (o castellano con violín) y Manu del Moral (en andaluz de Jaén). Iker ha reinventado la Teoría de la Relatividad en el fútbol. Lo que para cualquier portero es gol seguro, para él es 'relativamente' parable. Y lo consigue. Por eso los niños le piden a sus papis la camiseta de Casillas. Del Madrid o de España. Da Igual. Es el Ángel de la Guarda. Sólo ha encajado seis goles en sus 12 salidas de este campeonato (a 0,50 por partido). El Nene ya tiene más cerca la que será su quinta Liga (2001, 2003, 2007, 2008, 2012...). ¡Una manita!

El Presi Presa. El mandatario rayista está luchando por sacar a flote este maravilloso equipo con poco dinero, pero con mucha imaginación, un técnico revolucionario y un grupo único. Pero ayer cometió un desliz. La comida oficial de directivas debió ser en el restaurante de Cota (en el mismo estadio) o en un lugar castizo del barrio, que los hay muchos y buenos. En el Txistu del maestro Don Pedro Ábrego se come de lujo, pero no era el día, presidente...

Un 10 a las peñas. La imagen de arriba habla por sí sola. Las peñas de Rayo y Real sí acertaron. Eligieron un bar modesto y futbolero ubicado en Entrevías, el corazón de Vallecas. El de Toñín. Allí estaban hermanados, compartiendo cocido y pasión futbolera. Ése es el camino. Cada oveja con su pareja, pero reunidos en los días de derbi. Y habrá muchos. Este Rayo merece quedarse en la zona VIP durante muchos años...