Simeone revoluciona a club, equipo y afición

El Atlético ha pasado en un mes de ser décimo a diez puntos de la Champions y a cinco de Europa a contemplar la clasificación desde la séptima plaza a sólo dos puntos de la máxima competición continental. Hay efecto Simeone, la clasificación es la prueba del algodón, pero hay otros indicativos de ello. Para empezar, el estado de ánimo de una afición que terminó 2011 sumida en una terrible depresión. La presentación de Simeone y su primer entrenamiento en el Calderón dejaron la sensación de que para la afición Simeone no es uno más. Los resultados le han dado, si cabe, más crédito y la afición está entregada. La hinchada colchonera ha hecho ya 1.300 abonos nuevos para la segunda vuelta. Directivos, técnicos y jugadores prefieren evitar hablar de la Champions, pero para la afición es un objetivo posible.

Es la sensación que les transmite un equipo que ha pasado de recibir 1,69 goles por partido con Manzano a ver su puerta inmaculada durante cuatro encuentros consecutivos. A Courtois casi ni le tiran. De 4,81 remates recibidos a portería a solamente 2,5 desde que llegó Simeone.

Respeto. Además, el Atlético es ahora un equipo que se hace respetar. "Ganar como se hizo en Pamplona no sólo vale tres puntos, ahora nos respetan es un mensaje a todos los rivales", se asegura desde la zona noble del Calderón. A veces cambiar de técnico no soluciona nada. No parece ser este el caso. La revolución ha llegado a todos los niveles: anímico, deportivo y hasta institucional. Ahora son los jugadores quienes deben mantener la inercia.