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Liga BBVA | Villarreal 0 - Barcelona 0

La Liga se les pone en chino

El Villarreal, aferrado a un Diego López soberbio, resiste al Barcelona. Los de Pep se quedan a siete puntos del Madrid. El Barça, visitante agradecido

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<b>¡AL LARGUERO! </b>En la recta final del partido, una gran intervención de Diego López fue determinante para que el tiro de Fàbregas no entrase en la portería del Villarreal.
¡AL LARGUERO! En la recta final del partido, una gran intervención de Diego López fue determinante para que el tiro de Fàbregas no entrase en la portería del Villarreal.

La Liga se le pone en chino a un Barça, que no pasó del empate a cero ante un Villarreal que estrenaba espónsor en mandarín y que resistió aferrado a una espectacular actuación de Diego López las acometidas de un Barcelona caótico en muchos momentos. Los de Guardiola, que llegaron a Villarreal con lo puesto, inventaron más de la cuenta y cuando encontraron el esquema, después de cambiar más de traje que Mortadelo en un almanaque de Magos del Humor, se encontraron con que el tiempo se les tiraba encima. De nuevo, la historia de la mayoría de partidos disputados a domicilio en la Liga se repetía.

Probablemente, el Barça mereció los tres puntos, pero se quedó con uno que le deja a siete del Real Madrid. Está claro que este grupo no es de los que se rinden y que seguirá luchando, pero tienen ante sí la gesta más grande de sus vidas deportivas. Remontarle dos partidos y pico a este Madrid, que es un tiburón en la Liga, se adivina como una empresa titánica.

De nuevo, al Barça se la pegó lejos de casa, donde cada salida es una sangría en la que se suman diversos factores. Se fallan goles que en el Camp Nou entran casi sin querer; Messi sigue siendo un fantasista, pero le falla el empujarla; los porteros rivales se ganan la internacionalidad ante el Barça y al equipo de Guardiola se le hacen los partido demasiado cortos. Y encima, como pasó ayer, el rival estuvo serio, digno y sin cometer los errores que cometen cuando viajan al campo del Barça. No todo fue culpa de los culés, ni mucho menos. Los jugadores del Villarreal se ganaron la cena a conciencia. Corrieron como locos. Desde los violinistas hasta los del trombón curraron más que descargando camiones de azulejos.

Disfrazados. El Barça salió por primera vez en mucho tiempo disfrazado de equipo defensivo. Al menos en su nómina inicial. Guardiola dispuso una alineación en la que únicamente tres de los once jugadores (Cesc, Xavi y Messi) eran de naturaleza atacante. Los otros ocho, dando por descontado el portero eran de vocación defensiva. El resto de la alineación la completaban Piqué, Puyol, Abidal, Mascherano, Alves, Adriano y Busquets. No había más. La polivalencia de los futbolistas permitió que dos laterales como Adriano y Alves, jugaran como extremos. Una solución que en principio no parecía mala, pero que se desnudó en cuanto irrumpió en el campo el debutante Tello, sin duda la mejor noticia del día de ayer. Con él, se atacó más.

El inicio de juego del Barcelona fue sólido. De esos que te hacen salir reforzado. Dominio de la pelota, posesión y control del juego. Pero sin acierto ante la portería rival. Y si el Barça no suma pronto el primer gol, especialmente fuera de casa, la cuesta se empina demasiado. Messi la tuvo, pero su deliciosa vaselina se fue a un palmo del poste y por ahí se fue la confianza del Barça. A partir de la media hora, el Villarreal se rebeló y Valdés volvió a salvar al Barça.

En la segunda parte, ya contra el crono y gracias a la aparición de Tello, el Villarreal fue Numancia y Diego López, la estrella. Por mucho que los capitanes feliciten el año nuevo chino en la web, lo que desde ayer está en chino, es la Liga.