El Barça esperará a Villa para celebrar el Mundial

Después de más de medio día viajando, la expedición del Barcelona tomó tierra en el aeropuerto de El Prat procedente de Tokio. Con caras de cansancio, pero con la sensación de haber cumplido el objetivo, Guardiola, la plantilla y los directivos se subieron en un autocar a pie de pista (previa sesión fotográfica privada) y se dirigieron al Camp Nou. Sin alardes, ni estridencias, Pep ordenó una rápida recogida. No hay tiempo que perder; el jueves (22:00), L'Hospitalet visita el Camp Nou en la vuelta de los 16º de la Copa (0-1 en la ida) y todos quieren estar en el sorteo del viernes. No hay margen de error.

El viaje resultó plácido, aunque ahora deben aclimatarse rápido al desfase horario (de Japón a España hay ocho horas de diferencia). No hubo ni habrá celebración con los aficionados hasta el próximo mes. La fecha elegida podría ser cuando el Betis visite el Camp Nou. ¿Por qué? Guardiola pretende que David Villa esté con el resto de sus compañeros sobre el terreno de juego; ese será el premio para el Guaje, lesionado de gravedad en Japón.

Los festejos fueron plácidos. Cenaron los futbolistas y sus familiares con los dirigentes antes de que estos abandonaran Yokohama para irse a Tokio, donde estuvieron residiendo estos días. En la planta 70 del hotel Royal Park hubo movimiento, aunque los jugadores se retiraron pronto a sus habitaciones. De ahí que durante el traslado a Barcelona, muchos aprovecharan para ganar horas de sueño.

Mensajes. La salida de Japón fue emotiva. Los operarios aeroportuarios despidieron a los jugadores con una pancarta configurada con varias cartulinas y con un mensaje claro: Gracias por la visita y hasta la próxima (en catalán), mientras que el capitán de vuelo pidió a la expedición que "esperemos que sigan conquistando títulos y que regresen pronto a Japón, después de ganar la Liga, la Copa del Rey y la Champions League".

Xavi: "Seguimos con hambre y no nos cansaremos de ganar"

"Hay generación para rato. Jugamos muy bien, dimos una exhibición y todo con gente de la casa. Hacerlo con nueve de la cantera es una pasada. Es un espectáculo estar en este equipo. Jugamos un partidazo dominando la posesión en todo momento. Esto es excelente. Aún tenemos margen de mejora, siempre que no perdamos el hambre por conseguir títulos. A los futbolistas del Santos les honran sus palabras de elogio sobre nuestro juego, aunque no se puede hablar de lección. Estuve muchas veces en el otro lado y cuando pierdes un partido así no lo pasas bien. Por eso no nos cansaremos de ganar".