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Real Madrid - Barcelona | la previa del Clásico

Madrid-Barça: las ganas frente a las urgencias

Özil o Coentrao, duda de Mourinho. Villa gana terreno a Alexis

Actualizado a
Madrid-Barça: las ganas frente a las urgencias
JESÚS AGUILERA

Quien pretenda tomar las instituciones, asaltar el Parlamento, amarse en el Jardín Botánico o reservar mesa en el restaurante de moda (si es que abre) tendrá una oportunidad a partir de las diez de la noche. Una advertencia: se perderá el partido. Real Madrid contra Fútbol Club Barcelona. Campeones del mundo, Balones de Oro, empeines de platino. Para aquellos que detestan el fútbol se sirve un experimento sociológico: personas de diferente condición y apariencia (a veces sensata) alcanzarán el éxtasis pasional desde dos caminos distintos: la filia y la fobia. La siguiente anotación es inmediata: si la felicidad de tanta gente depende de un gol los jugadores cobran poco y las entradas son baratas, también los panchitos que se comerán sus invitados.

Las especulaciones sobre los onces nos han distraído en las horas previas. Algunas hipótesis son casi científicas: basta multiplicar minutos y antecedentes y dividirlo todo entre disimulos. Acertar no tiene premio, pero se entiende como un buen augurio, como si descifrar las alineaciones permitiera adivinar el resto.

Cada uno gestiona su angustia de la mejor manera. Karanka, por ejemplo, quiso conformarnos con lo que pareció un secreto formidable: "Jugaremos con un 4-3-3". Buen intento. Pero los dibujos se mueven y en el mismo partido podemos observar rombo, cuadrado mágico, paralelepípedo oblícuo y caras de Bélmez. Nada nos descifra un 4-3-3, aunque el orden sugiera un trivote. Demasiado obvio para ser verdad.

Sí, habló Karanka. Cuentan que Mourinho se calló para no provocar, para no ofrecer nuevos motivos de inspiración al Barça. Por la tarde fue el turno de Guardiola, que no delegó en Tito Vilanova, ya recuperado. Por cierto, hay quien otorga más importancia esotérica al segundo entrenador que a Iniesta. Parece exagerado. Aunque si citamos a Abidal no habrá quien lo discuta. Pep, por cierto, aprovechó los micrófonos para disparar ráfagas de buenas maneras ("Lanza perfume", lo llamó Rita Irasema, en canción legendaria).

Psique.

El dilema trivotiano del Madrid nos adentra en el psicoclásico. Más que valorar el efecto de jugar con dos o tres centrocampistas, lo que se mide es el miedo o el valor del técnico. Ser fiel al dibujo triunfador (Özil) o cambiar por la visita del Barça (Coentrao). El otro debate es meramente estético: Benzema o Higuaín (hoy cumple 24 años).

Defensa.

Virados al Barcelona, las debilidades se concentran en la defensa. Piqué, pese al óxido, jugará con Mascherano, el papá del grupo. El reto, considerable, será resistir la feroz presión del Madrid con una línea defensiva en baja forma. Si el Barça se empeña en sacar cada balón jugado desde atrás, especialmente en los primeros minutos, multiplicará sus posibilidades de acabar en la lona. Bello y romántico cadáver, pero fiel a sus principios.

Por lo que se refiere a la delantera, Villa parece ganar terreno a Alexis. Sumado a Xavi, Iniesta, Cesc y Messi formará el cuerpo de rescatadores. Ellos desplegarán la conocida táctica del enjambre: abejas contra soldados.

Dicho lo cual, resuelto el algoritmo de las alineaciones y completado el psicoanálisis de los técnicos, llegamos a los dos últimos factores, los absolutamente imprevisibles: Messi y Cristiano, por ese orden. Quien gane el duelo será porque ganó el partido. Y quien gane el partido se ganará el cielo. El de esta noche.