El italiano, ante la crisis del fútbol inglés

Antes de que en diciembre del 2007 Capello fuera nombrado seleccionador inglés, éste ya anunció su veredicto sobre los problemas de una selección que no iba a estar en la Eurocopa. Comentaba para la RAI el Inglaterra-Croacia que les eliminó y dejó caer que le gustaría ser seleccionador de los pross y que a éstos les pesaba la camiseta. Eso lo descubrió después. Se sorprendió de cómo algunos eran líderes de sus equipos, con los que vestían "un chaleco antibalas", pero con la selección se sentían desnudos. Entendió que vestir la camiseta blanca les eliminaba su coraje. Y les pasaba a casi todos, con alguna excepción como John Terry. Por ello, defendió al central, pese a retirarle un año la capitanía bajo la presión de la federación tras el caso 'Wayne Bridge' (Terry tuvo una relación con la mujer de Bridge después de que ambos separaran). Había más. Muchos se sentían intimidados por los veteranos. Rooney, Terry, Gerrard, Lampard imponían tanto a Young, Phillips o Lennon, o a la mayoría de los jóvenes, que éstos acababan por hacer un fútbol plano, por miedo a que saliera mal. Encontró diferencias entre los jugadores de grandes equipos, que entendían la mayoría de sus indicaciones tácticas, y el resto, que fracasaban al exigirles obligaciones posicionales.Su relación con la Prensa tuvo dos años buenos gracias a los resultados y al trabajo de Franco Baldini. Su colaborador llamaba a periodistas y entrenadores y les explicaba las decisiones de Fabio. La marcha de Baldini le dejó solo y la falta de juego convincente rompió esa buena relación. Ahora las críticas empiezan a ser feroces, pese a clasificar a la selección para un Mundial y una Eurocopa y pese a que está claro que el fracaso no es responsabilidad única suya sino de un sistema que ha dejado el fútbol inglés en un estado de mediocridad preocupante.