Más puntos y dudas

El Deportivo se está acostumbrando a vivir en el alambre porque sale dormido a los partidos y no encuentra su estilo de juego. En Cartagena despertó tarde, ayer, a tiempo. El Girona, un equipo en puestos de descenso, fue amo y señor en la primera mitad gracias a su ambición y a la inspiración de un Dani Nieto que tuvo una primera media hora magistral que culminó con el 0-1.

La respuesta de los de Oltra, que sigue sin dar con la tecla, fue casi inexistente. Realmente se limitó a un buen pase de Valerón que Riki convirtió en oro con un gran gol desde la frontal. Casi sin quererlo, o más bien sin saber buscarlo, los coruñeses empataron el partido a pesar del buen trabajo coral de los jugadores del cuestionado Agné.

El segundo tiempo fue otra cosa, con un Depor dominador que debió despertar en el vestuario con los gritos de su técnico. Los cambios ofensivos de Oltra fueron haciendo daño apoyados en las espaldas de un omnipresente Riki, que mereció el premio de algún gol más. El madrileño ha marcado en sus últimos cuatro partidos de titular y aunque a veces sus balas son de fogueo, fue de largo lo mejor de los coruñeses.

El acoso tuvo su premio en las botas de Lassad, que definió de forma eléctrica un pase de Jesús Vázquez tras otra jugada de Riki. El marsellés, que en Copa le había marcado cuatro al Girona, los condenaba de nuevo. Parecía la sentencia, y más tras el afortunado gol de Laure, pero no. Un minuto después Coro marcaba tras un claro penalti de Ayoze y la recta final, como el principio del partido, se convirtió en un sufrimiento para la grada de un Riazor que comienza a cansarse y dudar si el camino elegido es el correcto.

Malas vibraciones.

La victoria no puede ocultar las malas vibraciones que transmite el Depor. En lo colectivo, el trabajo de Oltra no termina de emerger, con una lista de errores que empiezan a ser defectos constantes. A los coruñeses les cuesta entrar en los partidos y les hacen gol con una facilidad enorme. El equipo es muy largo, lo que otorga huecos al rival con casi nada. La famosa presión en campo contrario brilla por su ausencia, lo mismo que el papel de los pivotes, que sigue siendo una incógnita. Ni dan equilibrio atrás, ni construyen. Puede ser una cuestión de nombres, pero hasta el momento el técnico no ha ofrecido alternativa al ABC de Jesús Vázquez y Álex.

La teórica seña de identidad, la posesión, no es ni mucho menos aplastante. La mayoría del tiempo es inocua y sólo tiene algún sentido cuando Valerón está por medio. Las dudas crecen, aunque lo hacen con tres puntos más que dejan al Deportivo en la pelea y con una semana más para encontrar la tecla. Será cuestión de paciencia, supongo.

El detalle: dura pancarta de los blues

Los Riazor Blues recibieron al equipo con una dura pancarta que rezaba 'Nós vivimos 24 horas polo Depor, vós nin 90 minutos'. A pesar de ello, la peña, como Riazor, animó y apoyó al equipo casi todo el partido.