Desmelene granota

El Levante está desatado. No hay quien pare a los azulgrana. Y ayer fue el Málaga el que sufrió en sus carnes el vendaval granota que está arrollando todo a su paso en este inicio de campeonato. El 'JIM Team' como ya se empieza a conocer a la revelación de la Liga es el único que aguanta el tirón de los todopoderosos Madrid y Barcelona a base de fútbol y espectáculo. Los de Pellegrini bajaron a la tierra y se descuelgan tímidamente de la parte más alta de la tabla.

El Ciutat fue testigo de la debacle malaguista, aunque su buen arranque liguero le da aún mucho margen de confianza. Un mal partido lo tiene cualquiera y más si cuentas con que jugaron más de una hora con uno menos y con dos goles por debajo. La suerte, hoy por hoy, está del lado de los granotas, pero es que también forma parte del espectáculo. Eso no quita el baño que le dieron al talonario del jeque. Barkero marcó a la primera de cambio con la ayuda de un defensor blanquiazul que desvió su disparo y descolocó a Caballero y luego una mano de éste al borde del área dejó a los andaluces con diez con más de una hora por delante. Y por si fuera poco, el saque de falta de Barkero, que dio en la barrera, dejó el balón suelto en el área y Juanlu se adelantó al recién entrado Rubén para hacer el segundo a la media hora. El Málaga empezaba a pensar que estos tres puntos ya se recuperarían en otro momento porque la remontada en esas condiciones se antojaba, ciertamente, imposible.

Sentencia. La goleada la culminó Arouna Koné al filo del descanso al aprovechar un grave error del meta malaguista. 3-0 y los de Pellegrini con uno menos, aunque pudo recortar Jesús Gámez en la última jugada de la primera parte pero Munúa sacó una buena mano y lo dejó todo como estaba. El 'ingeniero' movió sus piezas en busca de una reacción que nunca llegó mientras los granotas disfrutaban de lo plácido que es jugar con el viento tan a tu favor. Tras el paso por los vestuarios Cazorla y Van Nistelrooy se quedaron en la ducha para buscar otras alternativas en ataque. La presencia del holandés fue más que testimonial y la entrada de Rondón y Seba se puede decir que no dio los frutos esperados. Aunque el Málaga quiso maquillar el marcador, el meta granota no tuvo que intervenir en ningún momento.

La goleada pudo ser más escandalosa aún si Rubén acierta en alguna de las que tuvo, pero fue suficiente para que lo festejara por todo lo alto un Ciutat que se está acostumbrando a hacer la 'ola'. Los levantinistas se frotan los ojos viéndose ahí arriba una semana más, pero sobre todo con los 17 puntos que ya suman en su casillero. Y los mismos siete días que el Málaga tiene por delante para hacer terapia y borrar este partido de su memoria.