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Liga BBVA | El Levante en Casa Juan

"El éxito del Levante está en los que no son titulares"

El equipo revelación de Primera pasa revista en Casa Juan. Saborean, entre risas, el buen momento por el que está atravesando el equipo, aunque son conscientes que el coliderato es una mera anécdota y que su particular Liga es continuar un año más entre los mejores de España.

Víctor López
Actualizado a
"El éxito del Levante está en los que no son titulares"
pepe andrés

Milagro o no, el Levante se ha confirmado como la revelación de Primera. Segundos en la tabla y 14 puntos en el casillero, que suponen un tercio del objetivo granota que no deja de ser quedarse un año más entre los mejores de España. AS reunió en Casa Juan a tres de los artífices de esta obra, el presidente, Quico Catalán, el director deportivo, Manolo Salvador, y el técnico Juan Ignacio Martínez, quienes desvelaron los secretos de este humilde equipo que, con el presupuesto más bajo de la categoría, se codea hoy con los grandes, aunque su obsesión sigue siendo sumar los 42 puntos lo antes posible.

Con la palabra 'humildad' tatuada a fuego en el pecho el capitán de la nave levantinista nos explica una de las claves de este proyecto: "Tenemos un equipo físico y veterano, en el que juegue quien juegue cumple a la perfección. Pero lo que la gente no sabe es que el éxito del grupo está en los que no juegan". Algo que dice mucho de la principal virtud granota, el vestuario. Personalizando dentro del grupo, irrumpe con fuerza un nombre propio: Ballesteros. "Es una pena que la gente tenga una imagen que no se corresponde para nada con la realidad. Es un profesional como la copa de un pino. Llega una hora antes a cada entrenamiento y se va una hora después de trabajar. Es algo innato y ya dijo el otro día que por él seguiría hasta los 40. Ojalá el cuerpo le aguante para eso y más". Quico interviene y cuenta una anécdota que a la gran mayoría se les escapa. "Sergio estuvo cerca de fichar por el Real Madrid cuando Heynckes se hizo cargo del banquillo". Para Juan Ignacio Ballesteros es su prolongación dentro y fuera del terreno de juego, aunque reconoce que quien de verdad manda sobre el césped es Nano.

La charla continúa en Casa Juan y entre anécdotas de la 'Quinta del Buitre' Manolo Salvador cobra protagonismo. Él es el 'padre de la criatura'. Cabe recordar que el Levante se maneja en una economía de guerra que no deja nada a la improvisación. Apenas 200.000 euros se han invertido este año en armar un equipo (150.000 pagaron por Pallardó y 60.000 por Pedro López) que va camino de consolidarse en Primera. Para ello mucho trabajo en la sombra, fichajes a coste cero y cesiones maquinadas con sigilo para poder salir victorioso en cada operación. "Nosotros no podemos pagar millonadas como otros. Nuestras vías son otras. Se miran mucho los aspectos personales, además de lo deportivo, y se estudia al detalle que los jugadores que puedan venir encajen en la filosofía de este vestuario", comenta Salvador, que añadió el ejemplo de Asier del Horno: "Es uno de los casos que explican el fundamento del equipo. Un futbolista que ha jugado en Chelsea y Valencia y que la temporada pasada se partió el pecho como el que más vistiendo nuestra camiseta. Este año tenía ofertas importantes del extranjero y sin embargo prefirió quedarse con nosotros, por la familiaridad del club y por lo importante que él se siente aquí. Son los jugadores los que deben querer venir al Levante, si no directamente ni negociamos".

Bromas. Los tres pilares del proyecto coinciden a la hora de bromear con las posibilidades de este Levante. "No estamos contentos del todo porque el plan inicial era ser líderes, no colíderes", argumentaba entre risas Catalán, quien espetó al míster que "este año o Champions o nada, que jugar la UEFA es perder dinero". El tono jocoso cesa a la hora de explicar uno de los momentos claves en la transición levantinista. Lo que pudo ser un relevo traumático en el banquillo después de la gran labor de Luis García ha pasado a ser una mera anécdota con el gran arranque del 'JIM Team'. Desde el primer momento en el que el anterior técnico comunica su marcha, en la cabeza de Manolo sólo existía un nombre: "Se especuló mucho en la prensa sobre el sustituto de Luis, se habló de muchas posibilidades y la verdad es que se ofrecieron mil entrenadores, pero yo en el momento se confirmó su salida le dije a Quico: Quiero a Juan Ignacio". Y fue, como se dice en Valencia, 'pensat i fet' (pensado y hecho). Salvador tuvo una primera reunión con el técnico y reafirmó su apuesta. En la segunda negociación se finiquitó la operación por la vía rápida. Como anécdota, los protagonistas cuentan que funcionaron las nuevas tecnologías. "Antes usábamos servilletas, ahora las blackberrys", bromeó Salvador narrando que en esa cena se cruzó un par de mensajes con Quico, JIM presente, para decirle: 'Fíchalo ya'. Y así fue porque el míster no se lo pensó: "Yo me tiré en plancha, cuando me empezaron a hablar de números ya di paso a mi abogado, pero tenía claro que esta oportunidad no se podía dejar escapar. Yo estaba encantado no, lo siguiente".

A partir de ahí se empezó a cimentar la base del éxito. La metodología de Juan Ignacio es de lo más peculiar. "Yo se lo digo a los futbolistas que en los vídeos soy el mejor pero luego hay que jugar el partido", manifiesta el técnico levantinista al que se le podría asociar algo de Mourinho y otro tanto de Guardiola. De Pep, al margen de querer firmar año tras año sus contratos ya que considera que ni los clubes ni los entrenadores no se deben hipotecar con acuerdos prolongados, su gusto por el balón. Mientras que al portugués se asimila en el manejo del arte del contragolpe, moneda con la que pagó a los madridistas en su visita al Ciutat, un campo que se les atraganta como a los romanos ese grupo de irreductibles galos liderados por Asterix y Obelix.

Y el caso es que a Juan Ignacio le han bastado tres meses para conseguir lo que otros muchos no han sido capaces en años y años en Primera: ser líder de la competición y ganarle al Madrid. Pero para los protagonistas de esta historia nada de esto tendrá valor si no se consigue la permanencia. Porque los azulgrana, aunque aún sigan con la vitola de invictos en el campeonato, tienen claro cuál es su guerra. Lo de pelear por el campeonato y cotas mayores lo dejan para otros. "Madrid y Barça están a otro nivel. Son muy buenos y cuando estás a pie de campo lo notas más aún. El Madrid va a la velocidad de la luz, no les hace falta ni controlar el balón, todo pases a la primera; y el Barça te anestesia hasta que te mata. Puedes ir perdiendo 1-0 en el Camp Nou y pensar que estás haciendo tu mejor partido y en los últimos cinco minutos te meten tres y te vas goleado", aclara el técnico que no sería capaz de decantarse por Messi o Cristiano, pero sí tiene claro quién es el mejor jugador de todos los tiempos: Cruyff. "Es el que más mérito tiene, sin ser brasileño ni argentino. Holanda nunca ha sido una potencia futbolística hasta que llegó él y lo cambió todo". Además, el preparador alicantino no escatimó elogios hacia el que él considera la clave de la hegemonía de los culés en los últimos tiempos, Xavi Hernández: "El de Terrasa es el que mueve el balón y el que enciende siempre el ordenador". Tras esta afirmación, tiempo para la broma, "tenemos una ficha libre aún, le podemos hacer un hueco y a Iniesta o Messi, también", comenta el presidente.

Liga. Lo que sí tiene claro el tridente granota es que la Liga será más competida. "Me extrañaría que al final vuelvan a verse diferencias de 25 ó 30 puntos entre los dos primeros y el tercero". La velada toca su fin y los granotas sólo piensan en que dure el gran momento que atraviesan. Su próxima cita, el domingo, frente a otro de los poderosos de la Liga: El Málaga, que precisamente presume de todo lo contrario que los azulgrana, de tirar de talonario. Algo que ahora mismo es improbable en Orriols.

El futuro pinta bien para el levantinismo con este tipo de gente al frente por eso el presidente quiso cerrar la sesión acentuando que "el Levante es de la Fundación. Ojalá viniera un jeque y se hiciera cargo, pero siempre salvaguardando el futuro. Yo quiero lo mejor para este club pero hasta ahora los acercamientos que han habido no han sido lo suficientemente viables. Yo no puedo dejar la entidad en manos de alguien que pueda llevarla a la ruina". Y por último, sobre la encuesta de AS en la que precisamente los granotas no eran de los preferidos por los aficionados españoles, el presidente se mostró disconforme y matizó que "allá por donde vamos, sentimos todo lo contrario. La gente nos aprecia y valora lo que estamos haciendo".