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Espanyol - Real Madrid | La contracrónica

Bendito Higuaín

Noche redonda para el Madrid antes del Virus FIFA. Goleada en un campo difícil, Higuaín reconciliado con el gol, Cristiano imperial, Iker de portada y un Mou generoso con el producto nacional. ¡El Madrid acabó con siete españoles!

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Bendito Higuaín

Barbacoa mágica. Me gustaría hablar con los cocineros que organizaron la famosa barbacoa del pasado viernes en la terraza de verano de Valdebebas. El chorizo criollo y el bife son argentinos, y en esas condiciones estaba claro que al que mejor le iba a sentar esa quedada gastronómica era al Pipita Higuaín. Un jugador formidable, un tipo capaz de frenar con su voluntad una ola de siete metros, un delantero que tiene autocensurada la palabra 'rendirse', un ariete típico del gusto del Bernabéu. Un ganador, un fajador indomable, un valiente capaz de ganarse un hueco ante héroes consagrados como Raúl y Van Nistelrooy, acelerar la marcha del inolvidable Ronaldo y obligar a Benzema a mostrar el mejor repertorio de su talento genético para conquistar la titularidad. A Higuaín lo puede apartar de los ruedos una hernia y un quirófano, pero es difícil que le quite foco de pantalla otro delantero. Él es jornalero del gol, no un sibarita al que le gusta poner su sello para salir en los telediarios. En Cornellà-El Prat nos mostró lo mejor de su repertorio. Un derechazo inapelable a pase del gran Cristiano, otro obús en plan tomahawk en el 0-2 y terminó la serie con una vaselina sutil que dejó claro que Higuaín ha vuelto. Este hat-trick será terapéutico para él y para el equipo. Con Benzema y Cristiano, el Madrid de Mourinho posee el mejor ataque de Europa. Bendito problema el que se le presenta al técnico portugués cuando se recupere Karim...

Unidad. El Madrid recuperó el crédito perdido en los campos del Levante y del Racing con una actuación que corroboró, por encima de todo, que en este vestuario vuelven a ser una sagrada familia (denominación oportuna al acontecer el 0-4 en Barcelona). En los pinchazos del Ciutat de Valencia y de El Sardinero se vieron caras tristes, gestos de preocupación, pocas sonrisas y menos fútbol. Pero ante un Espanyol voluntarioso y valiente (Pochettino es un entrenador con presente y con futuro), el Madrid rescató su autoestima a base de dominio, aunque con altibajos provocados por la intermitencia de Özil, y goles. Muchos goles. Por eso, la entrada del perico-merengón Callejón fue productiva. Dejó claro que Özil estaba para pocos bailes anoche y el motrileño entró como un Victorino en Las Ventas. Su ardor casi adolescente se tradujo en el 0-3, otra vez con Cristiano dando una lección de compañerismo, compromiso y generosidad. El Cristiano de esta temporada es el definitivo. El más maduro, el más completo y el más decisivo. No marcó y aún así fue de los mejores. Eres muy grande, máquina.

Cornellà señorial. Lo de que el Espanyol había pedido a las peñas madridistas de Barcelona que no fueran a su estadio con camisetas y símbolos blancos era un pufo que no se podía creer nadie que conozca a ambas partes. Los dos emitieron comunicados públicos para dejar claro que eso no tenía ni pies ni cabeza. El Espanyol siempre fue un club amigo y correcto con el Madrid y las peñas vikingas de Cataluña, que acuden allí tan felices y sabiendo que son respetados. De hecho, vi cientos de seguidores blancos que aplaudieron orgullosos a los suyos al final de la goleada. Amigos para siempre.

Y bendito Casillas. Iker ha cerrado su semana fantástica con otra actuación para la memoria. Ante Ajax y Espanyol recordó que es el mejor portero de todos los tiempos. El Madrid se viste por los pies. Desde la portería al puesto de nueve. Mou, este sí es el camino.