Las excusas de Mou convencen a medias

A las dos horas de terminar el tenso y triste partido del Ciutat de Levante, un miembro de la expedición madridista dijo en el vuelo de regreso desde Valencia: "Esto se veía venir. Cuando calientas a los rivales, te esperan con todo para pasarte factura...". Algunos jugadores se miraron con un significativo silencio.

Esas primeras dudas que el entrenador portugués ha despertado en su propia plantilla se han trasladado a todos los estamentos del club. Perder fue lo de menos. Lo duro es pasar de ser líderes a ocupar la quinta plaza, que sólo daría derecho a jugar, si hoy terminase la competición, la Europa League.

Reproches.

Lo que no se entiende bien es el discurso utilizado por Mourinho para justificar el Waterloo ante el modesto Levante. Acusar al equipo de Juan Ignacio Martínez de "juego sucio, provocación y simulación" parece una excusa exenta de autocrítica, que se agravó cuando personalizó en Khedira para explicar la debacle sufrida: "Khedira ha caído en la trampa. Lo sabía perfectamente y lo responsabilizó en parte por la derrota". En el vestuario no gustó nada este palo directo del entrenador al internacional alemán: "Esto no sucedía desde que hace más diez años Toshack echó la culpa a Bizzarri por un partido que se perdió en Vallecas ante el Rayo".

Lo desconcertante es que el propio Mourinho dijo lo contrario en el Informe Robinson hace justo un año: "Cuando perdemos, pierdo yo, al menos para fuera. Nunca diré públicamente: la culpa es tuya. Pero para dentro soy muy acusador y directo...".

Ha sentado mal que Mourinho tenga tan pocos reparos en señalar con su dedo al 4x4 germano (que llegó por recomendación suya) y que no sea capaz de pasar por el diván de la suplencia a jugadores como Carvalho, Coentrao o Di María. El primero protagonizó en Portugal un incidente de indisciplina tan grave "que en tiempos de Bernabéu le hubiera costado el despido", dicen en las tertulias de las peñas. Lo más grave es que Carvalho está lento y no es el de la temporada pasada, lo que no pone en duda su jerarquía para el técnico. El central ha disputado los 540 minutos oficiales jugados en lo que va de temporada, privilegio que comparte con Casillas, Pepe, Ramos y Xabi.

Coentrao ha destapado otro problema que no gusta en este nuevo Mourinho: su aparente desafecto hacia los españoles del grupo. Granero y Albiol son carne de grada (ya ni van convocados), Pedro León fue traspasado al Getafe después de estar mes y medio castigado a trabajar en Valdebebas alejado de sus compañeros, Canales ídem de ídem (Mou dio luz verde a su cesión al Valencia, lo que ha dolido a la afición porque no olvida los casos de Mendieta, Ayala y Villa), Arbeloa ha jugado sólo nueve minutos oficiales en lo que va de temporada, Callejón llegó bendecido tras un verano de cine pero sólo ha gozado de 52 minutos...

El capitán.

Hasta Casillas fue 'castigado' en el Trofeo Bernabéu por llamar a Puyol y a Xavi tras la bronca del Camp Nou en la Supercopa, mientras que Morata se quedó en el club desoyendo ofertas de la Liga BBVA para ayudar en caso de necesidad, pero sólo le vemos jugando en el Castilla...

En el club quieren pensar que fue una mala noche de Mourinho, de cuya valía nadie duda pese a lo ocurrido. La solución para aparcar la minicrisis pasa por sumar tres triunfos seguidos: Racing, Rayo Vallecano y Ajax. Toca esperar.