Pizzi vio el partido ante Osasuna en el palco de honor

Ayer el Vicente Calderón tuvo un invitado especial en su palco de honor. Fue Luis Miguel Afonso Fernandes, más conocido como Pizzi, el que acudió hasta el estadio colchonero para ver el estreno en Liga del que será su nuevo club. El jugador llegó a la puerta cero del coliseo de la ribera del Manzanares poco más de media hora antes de que comenzase el encuentro. Lo hacía a pie, sin agobio y sin apenas ser reconocido por la que será su nueva afición. El jugador se paró en la puerta y no pudo ocultar su ilusión por jugar de rojiblanco. "Me hace feliz jugar en el Atlético", aseguraba Pizzi. El extremo firmará hoy como nuevo integrante de la plantilla y pasará el reconocimiento médico a las 8:30 en la clínica FREMAP de Majadahonda. Mañana podrá ponerse a las órdenes de Gregorio Manzano en el entrenamiento que tendrá lugar a las 18:30 horas. Llega tras la salida de Forlán, pero no es un delantero al uso, aunque sí un extremo con gol y mucho desborde. El equipo tiene así otra opción diferente para las bandas.

Después de atender a AS, algunos padres que acudieron con sus hijos al partido frente a Osasuna reconocieron al extremo y le pidieron que se hiciera una fotografía con ellos. Así, Pizzi ya cuenta con algunos pequeños rojiblancos entre sus fans. El único pero de la jornada de ayer es que el atacante no pudo presenciar la primera victoria del que será su futuro equipo. El portugués vibró con las ocasiones de los que serán sus nuevos compañeros, pero se quedó con las ganas de ver el primer triunfo del Atlético en esta Liga recién empezada por los de Manzano.

Pizzi viajó a Madrid después de haber realizado su último entrenamiento con el Sporting de Braga el pasado sábado por la mañana. El extremo luso se despidió de los que eran sus compañeros de equipo y ya piensa en su nueva aventura rojiblanca. Llega con ganas de hacerse ser un hombre importante.