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Copa América | Argentina 1 - Bolivia 1

Bolivia devuelve a Argentina a la realidad y Kun la rescata

La Copa América alza el telón con sorpresa. Bolivia se adelantó en la primera parte gracias a un autogol de Banega. Fue el Kun, saliendo desde el banquillo, quién salvó a la albiceleste.

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<b>SALVADOR. </b>El jugador del Atlético de Madrid dio el empate que evitó la sorpresa absoluta en el inicio de la Copa América.
SALVADOR. El jugador del Atlético de Madrid dio el empate que evitó la sorpresa absoluta en el inicio de la Copa América.

Argentina no es el Barcelona ni Batista Guardiola. La albiceleste no tiene centrocampistas para azulgranar su fútbol, pero tiene otras virtudes. Tiene unos delanteros de primer nivel. Uno de ellos, Agüero, rescató ayer a la anfitriona que perdía sorprendentemente el partido inaugural cuando él saltó al campo. Otro, Messi, ofreció dos caras. En la primera parte fue Messi, el jugador participativo y desequilibrante que conocen en el Camp Nou. En la segunda, Lionel, el chico discreto que apareció timidamente en el juego de la albiceleste.

La primera parte fue densa. El Barcelona es la antítesis del trivote que sacó ayer la abiceleste (Cambiasso-Mascherano-Banega). Tres pivotes planos con el balón en los pies, ni una subida de laterales, ni un regate de Tévez... Messi no tuvo una ayuda en la primera mitad. Apenas un par de desmarques al espacio del vertical Lavezzi. Bolivia se ocupó de frenar a Leo y atacó con un fútbol primitivo, por directo y ausente de elaboración, pero efectivo porque Martins tocó todo lo que volaba a más de dos metros de altura. Un par de tibios disparos bolivianos y uno cruzado de Lavezzi, a pase de Messi (cómo no), cerraron una primera mitad que retrató a una Argentina roma que no tiene futbolistas para azulgranar su fútbol. Tendrá otra virtudes, pero esa no es una de ellas.

Cuando comenzó la segunda parte, el termómetro marcaba -3 grados. Sin embargo, lo que dejó helado al público fue un córner que Bolivia sacó al primer palo, donde Rojas metió el tacón de su bota y en el primer palo Banega puso el pie blando y la pelota acabó entrando. El partido se ponía cuesta arriba. Y Messi, que había adelantado su posición unos metros, desaparecido... Con Tévez arriba y Leo por detrás, a Argentina se le secó el fútbol. La entrada de Kun afiló a Argentina y se abrió el partido. Un zurdazo de Di María, un mano a mano que Romero sacó a Martins, una volea de Messi, una jugada personal de Agüero... La idea originaria de ser el Barça se esfumó y Argentina se convirtió en un equipo tenso, nervioso, vertical. Y llegó el empate. Un pelotazo al área que Burdisso acunó con el pecho y Agüero remachó a la red. La euforia del gol llevó el partido al área boliviana y provocó un correcalles desbocado y caótico. La tuvo Kun, que le pegó con tres dedos, pero Arias sacó bien abajo. Empate justo por lo deméritos argentinos. más que por los méritos bolivianos.