Dida fue castigado con un partido por fingir agresión

La historia de la Liga de Campeones demuestra la disparidad de criterio aplicado por la UEFA tras desestimar ayer la denuncia presentada por el Real Madrid contra el FC Barcelona por "la reiterada conducta antideportiva de sus jugadores".

El club blanco reclamaba a la UEFA por los fingimientos de Alves, Busquets y Pedro en el partido de ida en el Bernabéu, alegando que "hubo una reiterada conducta antideportiva del Barcelona, cuyos jugadores simularon agresiones de forma persistente con el único fin de inducir a error al árbitro, lo que degeneró en la decisión manifiestamente injusta de expulsar a Pepe".

Este criterio de la UEFA contrasta con una caso flagrante: la sanción que le impuso al portero del Milan, Dida, por la agresión que fingió durante un partido de la Liga de Campeones ante el Celtic de Glasgow.

El 3 de octubre de 2007, tras un gol del Celtic en el minuto 90, el portero brasileño del Milan simuló una agresión de un aficionado escocés que saltó al campo para celebrar el tanto de la victoria de su equipo (2-1). El hincha se saltó las medidas de seguridad, corrió en paralelo a la línea de fondo y al pasar junto a la portería del Milan puso su mano izquierda en el cuello de Dida, pero sin ninguna intención de agredirle. Fue un leve roce, un toque casi a modo de saludo, como para reírse del brasileño.

Sin embargo, Dida cayó fulminado, como si estuviera muerto. Tras intentar dar caza al hincha se tiró y esperó a que le sacaran del campo en camilla. El Comité de Disciplina de la UEFA decidió castigar al portero con dos partidos de sanción. El posterior recurso presentado por el Milan fue admitido por la UEFA, que finalmente redujo la sanción al portero a un sólo partido.