NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Liga BBVA | Barcelona 3 - Atlético 0

La dictadura de Leo Messi

Hat-trick y recital del argentino. El Atlético, arrollado de salida. El Barça bate el récord del Madrid de Di Stéfano y durmió a 10 puntos de los blancos

Actualizado a
<b>OCASIÓN FALLIDA. </b>Messi observa cómo este remate se le marchó en la primera parte, ante la oposición de Ujfalusi y la mirada de De Gea.
OCASIÓN FALLIDA. Messi observa cómo este remate se le marchó en la primera parte, ante la oposición de Ujfalusi y la mirada de De Gea.

Regresó a la Liga el balón blanco y el amarillo que piden los niños a los Reyes regresó al armario hasta la próxima campaña navideña, pero el Barça no notó el cambio. Siguió jugando como los ángeles comandado por un genio del fútbol llamado Leo Messi. Con Leo todo es posible, hasta lo que parece imposible, como es ganar 16 partidos de Liga consecutivos batiendo el récord del Madrid de la temporada 60-61 y dejando, de momento, al Madrid de Mourinho a diez puntos a la espera de lo que haga hoy ante la Real Sociedad. La dictadura de Messi impulsa al Barça a reventar récords barriendo a los rivales. Ayer el Atlético fue un pelele que cuando quiso despertarse ya era demasiado tarde. Le queda el triste orgullo de no llevarse la manita de rigor.

El Barça salió a jugar con el colmillo afilado ante un Atleti que jugaba con bozal. Desde el primer minuto de partido quedó claro que el Barça juega a una cosa diferente a lo que trata de proponer el Atlético. Por velocidad, por ganas, por presión y por contundencia. El contraste de ver a los delanteros del Barça morder a los defensas del Atleti en cada jugada para recuperar cuanto antes la pelota resultaba insultante para los seguidores colchoneros.

Visto con la disposición con la que salieron a jugar unos y otros, que llegara el primer gol del Barça era una cuestión de tiempo. Y no mucho, por cierto. Encima, también se vio desde los primeros compases del partido que Leo Messi le tenía unas ganas especiales al partido de ayer, gentileza, sin duda del recado que le dejó Ujfalusi a la Pulga la última vez que se cruzaron en un campo de fútbol. Quien siembra vientos....

A los 17 minutos ocurrió lo inevitable. Messi cogió la pelota, la condujo en paralelo a la frontal del área, se rifó a cinco jugadores rivales provocando incluso que Filipe y Assunçao chocaran entre ellos en su persecución y marcó el primer gol del partido.

Nada cambió sobre el césped el gol de Messi. Ni el Barça bajó los brazos ni el Atlético se despertó. Los locales seguían jugando como si tuvieran que remontar un 3-0 y los visitantes eran unos patos mareados por la velocidad de sus contrincantes.

Tan sólo De Gea se mantenía firme defendiendo la puerta atlética. Una gran parada suya evitó que Pedro marcara el segundo a los 25 minutos, pero dos minutos después la lógica se impuso y de nuevo Messi, quién iba a ser, marcó el segundo después de perseguir con la fe de un debutante un balón que parecía franco para la defensa de Quique.

Un arreón del Kun Agüero fue lo único que hizo el Atlético en la primera parte. El delantero argentino, más solo que la una, realizó la primera aproximación seria ante la puerta de Valdés a los 40 minutos de partido.

En la reanudación, Quique dio entrada a Forlán y el Atleti tuvo más presencia en ataque. Incluso Piqué tuvo que sacar de la línea un chut de Filipe. Pero el Barça supo esconder el balón, defenderse liderado por un Messi que mordía por todo el campo, llevar el partido a su ritmo y mantener la distancia... hasta que apareció de nuevo Messi, quien firmó el tercero para culminar su recital.