El oro fue para Messi y el chasco para España

Messi dio la campanada en Zúrich en la noche en la que el fútbol español, dominador absoluto del gran campeonato que organiza la FIFA, se quedó con un palmo de narices. El paradigma por el cual la selección que gana el Mundial acapara los premios de la FIFA al invierno siguiente no se cumplió, precisamente el año en el que parecía cantado que un jugador español, Xavi o Iniesta, iban a subir a lo más alto del podio. Finalmente, la novedosa combinación de unir los votos de los corresponsales de la revista France Football junto a los votos de los capitanes y seleccionadores de los países adscritos a la FIFA coronó a Leo Messi al tiempo que dejaba a Del Bosque con la miel en los labios para premiar el impecable trabajo de Mourinho al frente del Inter de Milán.

Durante toda la tarde, los rumores sobre el nombre del ganador del Balón de Oro corrieron como la pólvora en el Kongreshaus de Zúrich. La tarde empezó con Iniesta como seguro ganador en los mentideros, a medida que se acercaba la hora de la votación era Xavi quien subía enteros y poco antes de empezar la gala, las redes sociales, especialmente el Twitter, empezaron a apostar por el campanazo de Messi. Por lo menos, esta vez, la FIFA supo mantener el secreto.

Prueba de esta capacidad era el semblante tranquilo de Messi, que en todo momento dio la sensación de estar en Zúrich como anfitrión de sus dos compañeros. Cuando Pep Guardiola, cinco minutos antes de las ocho de la tarde dio a conocer el nombre de Leo Messi, la cara del argentino era un poema. Se debatía entre la alegría y la culpa. "La quinielas me habían descartado y he visto la gala muy tranquilo, disfrutando en todo momento, por eso me quedé muy sorprendido", dijo el argentino instantes después de recibir el Balón que dedicó a "los barcelonistas, los argentinos y a todos los compañeros de equipo". 40 capitanes y 48 seleccionadores eligieron al argentino como primera opción.

Mientras, Xavi e Iniesta, con el rostro tenso, veían cómo su compañero recibía la gloria por segunda vez consecutiva, una gesta que sólo los más grandes han conseguido, pero se da la circunstancia de que él tiene tan sólo 23 años. El año de Messi tampoco está mal. Si no contamos los cinco partidos del Mundial, ha marcado 60 goles en 59 durante 2010.

El fútbol también le dio la espalda a España en la elección del mejor entrenador. Aunque este chasco que se llevó Del Bosque no fue, por esperado, tan escalofriante como el de Iniesta y Xavi. Desde la mañana existía un unánime convencimiento de que el triplete de Mourinho con el Inter iba a tener el reconocimiento. No fallaron los pronósticos y el técnico del Madrid recogió el galardón, felicitó a "dos extraordinarios técnicos como Guardiola y Del Bosque" y agradeció a sus "jugadores, colaboradores y los que me quieren y me han ayudado en mi carrera".