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Champions League | Barcelona 2 - Rubin Kazán 0

Un Erasmus con público

El Barça aprovecha el partido para foguear a sus jóvenes valores. Fontàs y Víctor Vázquez liquidan con dos goles el gafe del Rubin Kazán

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<b>FELICIDAD CANTERANA. </b>Bartra abraza a Fontás, tras marcar el primer gol del Barça.
FELICIDAD CANTERANA. Bartra abraza a Fontás, tras marcar el primer gol del Barça.

Con el Barcelona clasificado como primero de grupo pasara lo que pasara en el partido y con el Rubin Kazán teniendo remotísimas opciones para lograr el milagro de la clasificación, era ayer día más que adecuado en el Camp Nou para foguear a los chavales de la cantera en el escaparate europeo. Para escenificar, en definitiva, una especie de Erasmus en competición europea que los jóvenes no desaprovecharon. Despacharon sin brillantez pero con solvencia a una de las pocas bestias negras que amenazaban la dictadura del equipo de Pep. Ayer se acabó la leyenda negra del Rubin Kazán.

El sueño de la Champions produce monstruos como los de ayer. Partidos que no sirven para nada y que apenas congregan público en sus estadios. Partidos que se miran de reojo por terceros. Partidos que sirven para foguear sistemas y para bautizar a jóvenes. Partidos que rompen el guión previsto porque hay lesiones. Partidos que sobran, en definitiva. La mejor competición del mundo tiene estos peajes. Ayer se vivió uno de ellos en el Camp Nou. Y ante lo que se le venía, el Barça lo aprovechó de la mejor manera posible. Dándole galones a los más bisoños.

De entrada, la idea de Guardiola era la de utilizar el partido para foguear a nuevos jugadores y también para darle lustre a un nuevo sistema. Un 3-4-3 que remitía sin duda a los años de Cruyff y Rexach. Con una defensa basada en tres bigardos como Piqué, Fontàs y Busquets, el entrenador catalán quiso poblar las bandas con Adriano por un lado y Maxwell por el otro como si fueran falsos extremos, mientras que el peso del partido recaía en Jonathan y Thiago. El aguijón del ataque barcelonista venía a ser una cuestión que debían dilucidar Jeffren y Bojan.

No obstante, la desgracia se apoderó del la intención el técnico barcelonista y a los once minutos, Jeffren sufrió una lesión de adductores. Y a los 34, Bojan se llevó un cacharrazo tremendo. Cadera contra cara que le dejó viendo pajaritos. Guardiola tuvo que cambiar su sistema y sacar a más niños.

Ante la lesión de Jefffen, Guardiola dio entrada a Víctor Vázquez. Jugador fino que iba para figura pero que se quedó en el camino. Con él, el Barça perdía delantera pero ganaba elaboración. Cuando se rompió Bojan, Pep optó por rediseñar el esquema de juego del equipo y hacer jugar a Bartra. El resultado fue que sobre el campo se acumularon chavales con ganas de ganarse un sitio en el mejor equipo del mundo. La Champions tiene estas cosas. Si llegas a la jornada final de la primera fase con los deberes hechos, el margen para los experimentos es enorme. Y en el Barça, acostumbran a salir bien.

En la segunda parte, el Barça siguió a su ritmo, sin dar sensación de agobio, hasta que Thiago, uno que está llamado a ser grande, se rifó a dos en el área grande, asistió a Fontàs, quien apareció desde su área para sorpresa de todos y su chut, después de impactar en la mano de un defensor ruso, se coló en la portería del Rubin. El partido estaba liquidado. Pero no había bastante aún. Apareció en el campo Messi y su voracidad contagió a todo el equipo llevando a Víctor Vázquez a marcar el segundo y sellar de esta manera una matrícula de honor en el Erasmus europeo.