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Liga BBVA | Mallorca 0 - Deportivo 0

El muro resiste en Mallorca

El Depor suma un punto y sigue su escalada. Nsue y Pereira remataron al palo. Lopo tuvo otra gran ocasión. Laudrup choca con otra defensa de cinco

Actualizado a
El muro resiste en Mallorca

Laudrup va a tener que rebuscar en su manual de entrenador para encontrar una solución a la defensa se cinco de los rivales. Si la semana pasada caía ante un Zaragoza que utilizó este sistema, ayer no pudo pasar del empate en casa frente a un Deportivo sólido y ordenado que está creciendo a raíz del cambio de esquema. Desde que Lotina apostó por los tres centrales, los coruñeses no conocen la derrota, han sumado siete de los nueve puntos en juego y están en el bombo de octavos de final de la Copa del Rey. No está mal.

De inicio el técnico danés optó por la cautela, dejando a Cavenaghi y Castro en el banquillo. Parecía lógico, porque Laudrup temía en la previa las contras del Depor, y con tanta artillería en el campo los espacios podían multiplicarse. Los de Lotina, por su parte, salieron sin complejos y con ganas de apretar a Aouate, y lo hicieron. La primera gran ocasión fue para ellos, y por partida doble. Primero Adrián probó al meta israelí y su despeje le cayó a Saúl, que remató raso para que Aouate sacase un pie milagroso para abortar el desafío.

La fogosidad coruñesa se fue calmando con el transcurso de los minutos y la posesión de balón fue del Mallorca, que desde la paciencia comenzó a generar peligro. No era una avalancha, pero en jugadas aisladas los bermellones fueron encontrando alguna grieta en el pétreo muro de Lotina. La primera gran oportunidad la tuvo Nsue, que solo en el segundo palo remató de cabeza demasiado cruzado para que el poste escupiese el balón ante el lamento de la grada. El internacional Sub-21, que llegaba en estado de gracia al partido, acusó el error y poco a poco su implicación en el juego se fue diluyendo hasta desaparecer por completo.

La carga del Mallorca no se detuvo por el contratiempo, y cuatro minutos después Aranzubía volvía a darle mil gracias a la madera. Webó controló un balón dentro del área y ante la presión de Aythami y Colotto cedió atrás. Pereira, en lugar de contemporizar, se sacó de la manga un misil que se estrelló en el larguero. Peligroso y difícil remate del francés, sobre todo por la velocidad de ejecución.

Con la balanza inclinándose hacia los locales, el Deportivo volvió a utilizar sus armas para asustar a Aouate. En esta ocasión la elegida fue la estrategia, y estuvo a milímetros de convertirse en gol. Saúl prolongó tras un córner sacado a la corta superando a toda la defensa bermellona. Con la portería vacía, Riki se lanzó en plancha, pero no llegó. Detrás esperaba Lopo, que tocó con la puntera el balón, pero su remate forzado botó hacia arriba y salió fuera.

Con dos a dos en ocasiones y cero a cero en el marcador, los dos equipos se dieron una tregua hasta el descanso en busca de oxígeno e ideas, aunque no aparecieron en exceso en el segundo tiempo. Laudrup buscó la reacción desde el banquillo con Castro y Cavenaghi, regresando al planteamiento que había manejado en la previa. Lotina hizo lo propio con Lassad y Desmarets, pero su influencia en el partido fue casi nula. Con menos fuerzas, las ocasiones escasearon, y sólo la voluntad sin demasiado acierto de Webó despertó por momentos a la grada.

Cavenaghi y Aranzubía.

Con todo, el Mallorca se pudo llevar el partido en el último suspiro. A tres minutos del final, Cavenaghi dispuso de un jugoso mano a mano ante Aranzubía que no supo aprovechar. El argentino optó por levantar el balón y Dani adivinó sus intenciones y evitó la derrota.

El empate no cambia en exceso la situación de ambos equipos, con el Mallorca mirando de reojo a Europa y el Deportivo a salvo del descenso, pero todavía en la zona caliente de la clasificación. En lo moral los de Lotina salen algo más reforzados, más convencidos de que la poción mágica de la defensa de cinco que están bebiendo los hace casi indestructibles. El Mallorca, por su parte, pierde algo de punch en el Iberostar, su gran vivero de puntos hasta el momento. Pequeñas sensaciones que se destruirán o se multiplicarán en función de lo que pueda ocurrir en un futuro cercano.

MANUEL PABLO HACE HISTORIA

Manuel Pablo, capitán del Deportivo, se convirtió ayer en el cuarto jugador en número de partidos en Primera en los más de cien años de historia del club coruñés. El lateral canario, de 34 años, cumplió ayer 295 encuentros de Liga, superando al ahora levantinista Sergio. Los tres primeros peldaños los ostentan Fran (435), Mauro Silva (369) y Donato (303).