Jandro apaga la ilusión en un penalti inventado

Un penalti a última hora anuló las aspiraciones de una Unión Deportiva que puso el juego y el espectáculo sobre el césped del Gran Canaria. La pena máxima dejaba a los amarillos con sensación de derrota y ofrecía una bocanada de aire fresco a un Girona sorprendido por el regalo. Un punto para cada equipo, el cual, ninguno de los dos conjuntos mereció sumar, ya fuera por el mérito de intentar lograr el triunfo por parte los anfitriones o por la imposibilidad en la que se sumieron los visitantes.

La primera parte prometía a los aficionados que la excelencia regresaba al Gran Canaria una jornada más. La primera ocasión clara llegó en una jugada dentro del área del Girona, en el minuto 3, cuando Josico se encuentró un balón perdido en el punto de penalti que no fue capaz de rematar a gol. Pero Las Palmas no se rendía, e insistía por las bandas hasta que Álvaro Cejudo, con un disparo ajustado al palo derecho de Santamaría, ponía el primer gol de la Unión Deportiva.

La ofensiva de los amarillos se fundamentó en los trueques de posición de tres de sus atacantes: Viera, Cejudo y Guerrero se intercambiaron las posiciones para hacer daño a un Girona que sólo sufría. Así, en una nueva jugada trenzada, Pignol estrelló un balón al palo. Los amarillos se las prometían muy felices, pero la desafortunada lesión de Josico cambió el rumbo. A partir de ahí, los gerundenses comenzaron a atacar en busca del empate. Peragón infundió el miedo.

Insistencia

La segunda mitad comenzó como había empezado el encuentro. Con Las Palmas golpeando por medio de Viera y el Girona esquivando exquisiteces. Y en esas estaban, cuando el partido subió de temperatura sin motivo aparente. Una mala acción de Samuel, que fue respondida por Chechu, dejó a los dos conjuntos con diez jugadores sobre el terreno de juego.

Después, la posesión fue prácticamente de los anfitriones. El segundo pudo subir al marcador en los últimos compases, ya fuera en las botas de Viera o de un genial David González. El Girona sólo buscaba el peligro mediante balones largos, y lo consiguió. Un penalti señalado por Gil Manzano, de Carril sobre Peragón en el minuto 92, permitió a Jandro obsequiar al Girona con un valioso punto. Todo un botín.