Partido gris, trabado y sin goles en el Nou Estadi

Los primeros compases fueron igualados, con ambos conjuntos intentando hacerse con el dominio del juego, y con llegadas alternas. El Nàstic fue el que más empeño puso en el intento, pero el equipo de Bordalás siempre estuvo bien plantado y apenas pasó apuros en los primeros minutos de juego.

En los primeros veinte minutos, sólo hubo un disparo entre palos. Fue para los visitantes, cuando, tras un error de la defensa local, Ángel se plantó ante Rubén. Su potente disparo fue repelido por el arquero. Carpio lo intentó nuevamente minutos después desde fuera del área tras recibir un rechace. De nuevo Rubén, bien colocado, atajó el disparo.

La segunda mitad se inició con asedio visitante ante la puerta de Rubén. El conjunto de Bordalás salió a mandar en los primeros compases y, aunque no creó ocasiones claras de gol, siempre dio sensación de peligro. El Nàstic se dedicó a salir a la contra con velocidad, pero su juego siempre careció de profundidad.

Viendo el panorama, Luis César intentó dar mayor presencia en ataque a los suyos realizando un doble cambio, con entrada de los delanteros Powel y Álvaro. El primer disparo entre palos para el Nàstic llegó cerca de la media hora, con un lanzamiento de Cruz dentro del área tras controlar un rechace. En la siguiente jugada, Palanca estuvo a punto de inaugurar el marcador, tras recibir en el segundo palo un pase desde la derecha.

Tras un breve apagón que sufrió el Nou Estadi, fue el Elche el que salió decidido a sentenciar y llevarse los tres puntos, acosando a Rubén. Pero fue Morán el que pudo marcar para el Nàstic, tras un lanzamiento de falta que el centrocampista remató de cabeza y que el portero desvió como pudo. Fue la última ocasión del partido.