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Liga Adelante | Tenerife 0 - Nàstic 2

El Tenerife retrocede

La victoria del Nàstic activa la alerta roja en la Isla.

Manoj Daswani
Actualizado a
<b>SIN ACIERTO. </b>El Tenerife no atinó ayer en todo el partido, como Mikel Alonso en la imagen superior.
SIN ACIERTO. El Tenerife no atinó ayer en todo el partido, como Mikel Alonso en la imagen superior.miguel barreto / acan

La ilusión del Tenerife se encontró ayer con un golpe tan duro como inesperado en un partido que se perdió como tantos otros, en dos despistes y en la incapacidad manifiesta (y preocupante) de los blanquiazules para hacer algo de fútbol. Otra vez brilló por su ausencia cualquier apuesta por el juego fluido en un envite que, para los intereses insulares, empeoró hasta el infinito en la segunda parte. Pescó en río revuelto el Nástic, quien capeó mejor la ansiedad y los nervios. Y eso que sus penurias venían de más lejos, con la última victoria fechada en septiembre, casi caída en el olvido. La realidad es que han merecido más los de Tarragona de lo que han puntuado. En el Heliodoro volvieron a evidenciar más cohesión, más hambre y también más criterio que su oponente, a quien se le juntaron todos sus problemas con uno más, insospechado: el disloque de Mandiá y sus cambios, que enterraron al equipo sin quererlo.

El partido nació con una clara vocación de gobierno por parte de los anfitriones. Mandaron en el inicio con ganas y afán de despegar, pero su fábrica de fútbol está cerrada. Así, apenas hubo avisos al portal defendido por Rubén, casi sin actividad hasta que una primera gran acción de Nino (31') la mandó el guardameta a córner tras un gran disparo. Poco más sucedió en las inmediaciones del cancerbero visitante, que vio irse fuera de forma consecutiva dos disparos angulados de Josmar (37' y 41'), esta vez sin la frescura de su debut ni el desparpajo de entonces. Estuvo bloqueado el venezolano como casi todo el Tenerife, si bien la primera mitad fue mucho más aseada.

Desenlace.

Ni siquiera la lejanía evidente entre el fútbol practicado por los canarios y el que esperaba su afición -otra vez, lo mejor- era óbice para que, aún entonces, se pensara en la grada en un desenlace feliz. No lo hubo porque a Mandiá se le cruzaron los cables y reformuló idénticos cambios a los que carburaron ante el Elche. Entraron a la vez un voluntarioso Juanlu y un Natalio que esta vez no marcó. El cortocircuito fue inminente, aunque casual fue que el 0-1 llegara justo a continuación. Los problemas olvidados a balón parado se reprodujeron para el cuadro blanquiazul en un córner donde nadie ataca el balón, el cual llega a Eloy, que no perdona.

Los fantasmas que parecían desterrados regresaban a la Isla para activar el nivel de alerta roja mientras las urgencias se apagaban para el Nástic de Tarragona. Pero el incendio fue aún mayor porque la puntilla la dio Morán con un golazo que afloró pitos y pañuelos. Fueron los síntomas de que el Tenerife había retrocedido hasta sus peores pesadillas. O alguien lo remedia -y pronto- o el descenso será una amenaza real.

Sergio, baja de última hora

Sergio Aragoneses fue baja de última hora, ocupando su puesto de titular Luis García y entrando Mederos en la convocatoria. Sergio no consiguió superar las pruebas que le realizaron por sus molestias en el cuádriceps.