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Liga BBVA | Getafe 1 - Barcelona 3

Pep propone y Messi dispone

Exhibición de Leo, un gol y dos asistencias. Villa y Pedro también anotaron. Manu marcó de penalti. Piqué y Boateng, expulsados por doble amarilla

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<b>ASUSTADO. </b>Así se quedó Codina ante este control de Messi, que jugó un partidazo contra el Getafe.
ASUSTADO. Así se quedó Codina ante este control de Messi, que jugó un partidazo contra el Getafe.

Cuando un equipo se mueve al ritmo que marca Leo Messi, es muy difícil que no gane un partido. El argentino se sale de cualquier esquema. Ya puede Guardiola disponer que La Pulga sea un delantero centro retrasado, que se enganche a la banda o que arranque desde atrás. Cuando hay tanto talento, tanta generosidad y tantas ganas...y encima todo eso proviene del mejor jugador del mundo, sobran los esquemas. Y ayer en Getafe se comprobó ese axioma. Puede que en la pizarra Pep proponga un estilo envidiable, pero lo que dispone Messi sobre el campo es descomunal. Y enganchado a la ambición de Messi, el Barça liquidó ayer al Getafe por 1-3 en un partido en el que valió tanto el acierto de Leo ante la portería de Codina como su generosidad en la presión ante los defensas rivales y su compañerismo para con los compañeros.

Messi marcó un gol, dio otros dos y tuvo en sus botas ocasiones para anotar un par de tantos más. Hizo realidad el argentino el sueño de cualquier entrenador, que no es otro que en partidos a domicilio y que pueden complicarse, sea la estrella del equipo y no otro el que tire del carro. Nadie presionó más que él, nadie robó balones más decisivos que él y nadie fue más generoso con sus compañeros. Lo único que sorprende es que no entre en las quinielas por el Balón de Oro tras partidos como el de ayer. Hay muchos detalles del partido que coronarían a muchos jugadores. El dolor de Xavi, la clase de Iniesta, el estajanovismo de Alves o la profesionalidad de Puyol. Todos argumentos sublimes y que quedan capitidisminuidos ante la enorme exhibición de Messi.

Repaso de salida.

El Barça liquidó el partido en la primera parte. Sin salir en tromba, el equipo barcelonista, como aquella araña que va tejiendo su tela con paciencia, se fue haciendo dueño de la situación. El Getafe dejó claro que su táctica se ceñía a la enseñanzas del Dioni. Esto es, roba y corre. Pero si el encargado de robar es Boateng, lo más probable es que el balón acabe en las taquillas.

Una vez controlada la salida de los de Míchel, el Barça empezó a carburar y en diez minutos el partido era un monólogo blaugrana al que le faltaba la culminación. Una suerte en la que Villa sigue atascado. El asturiano lo hace todo bien. Se desmarca, se ofrece, da el último pase y, aunque parezca que no, marca goles, pero se le sigue resistiendo el primero. Ante el Getafe tuvo un par de ocasiones para inaugurar el marcador, pero falló.

Tuvo que ser, cómo no, Leo, quien rompiera el hielo de la cita con un gol en el que aprovechó la asistencia de Villa. Minutos después, el argentino le devolvió el favor y diez minutos antes de la media parte, con 0-2 en el marcador, nadie daba un duro por el Getafe. Y menos, si Messi seguía a ese nivel.

En la segunda, el Getafe logró mantener un poco más el control del balón, pero el factor Messi decidió el partido cuando robó un balón al Cata Díaz que supuso el 0-3. Entonces, el árbitro expulsó a Piqué y Manu marcó de penalti. Boateng se ganó a pulso su segunda amarilla y el encuentro fluyó hasta el final sólo sacudido por los arrebatos de Messi, que no entiende de trámites ni de pactos.