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Liga BBVA | Sevilla 2 - Valencia 0

Negredo y Alfaro deciden la reñida batalla del Pizjuán

Un gol delantero madrileño y otro del onubense dieron tres puntos vitales al Sevilla que les sirve para igualar con el Valencia en el quinto puesto. Topal fue expulsado en la primera mitad.

Actualizado a
Negredo y Alfaro deciden la reñida batalla del Pizjuán
Negredo y Alfaro deciden la reñida batalla del PizjuánReuters

El Sevilla consiguió una importante victoria ante el Valencia en el estadio Sánchez Pizjuán que le aupa hasta la quinta posición de la clasificación liguera. El equipo de Manzano dirimió una dura batalla con el de Emery que acabó decidiéndose en la segunda mitad con un gol de Negredo y otro de Alfaro. Ambos jugadores comenzaron desde el banquillo y marcaron a los pocos minutos de entrar en el terreno de juego. El Valencia jugó desde el minuto veinticuatro de la primera mitad en inferioridad numérica por la expulsión de Topal por roja directa. Una entrada que bien pudo resolverse con una simple cartulina amarilla acabó con el turco en los vestuarios antes de tiempo debido a los exagerados gestos de dolor de Cáceres.

Sevilla y Valencia se enfrentaron en el Sánchez Pizjuán en un partido entre dos rivales directos en la lucha por los puestos de Liga de Campeones. Separados por tan sólo tres puntos en la clasificación, los de Manzano y los de Emery necesitaban la victoria para dar un golpe de autoridad que les ayudara a reivindicarse. Las estadísticas eran claramente favorables al equipo local, el Valencia ha ganado sólo uno de los últimos 33 puntos disputados en casa de los equipos de la zona noble y, además, su último triunfo en el estadio hispalense databa de 2004. Una derrota del conjunto andaluz le alejaría de la zona de Champions. Palop, Konko, Banega, Chori Domínguez y Moyá fueron bajas para tan importante cita.

No hubo margen para dudas, el Sevilla monopolizó el control del balón y del partido desde el primer minuto. El conjunto de Gregorio Manzano arrancó enchufado y presionando muy arriba a su rival, que no se encontraba nada cómodo. A los de Emery le duraba poco el balón en los pies y sufrían mucho en la salida del esférico, lo que les obligó a abrirse hasta la línea de cal y hacer uso de los balones en largo. Por aquel entonces, Luis Fabiano ya había obligado a César Sánchez a hacer gala de sus magníficos reflejos con un tiro a bocajarro. Algunos balones colgados del conjunto che provocó que los andaluces se juntaran un poco más atrás con la consiguiente reducción de su presión y facilitando a su rival el comienzo de las jugadas desde la zaga.

A los veinte minutos de encuentro la balanza ya estaba igualada en cuanto al dominio y los acercamientos a las áreas. El Valencia había conseguido salir indemne del comienzo en tromba de su rival y consiguió también dar con el antídoto para que levantara el pie del acelerador y posibilitar que sus mejores hombres entraran más en juego y se sintieran más cómodos sobre el césped. Cuando más cómodo se encontraban los visitantes llegó la jugada polémica del partido que acabó con Topal expulsado por roja directa tras una acción sobre Cáceres que el uruguayo exageró y que debió ser resuelta con una simple tarjeta amarilla. Minuto veinticinco, el Valencia con un hombre menos y el Sevilla tomando de nuevo el mando del partido debido a su superioridad numérica.

A diez minutos de la conclusión de la primera mitad la mala fortuna volvió a golpear a los hombres de Emery. El portero César Sánchez se lesionó al despejar un balón desde su frontal, pero no fue hasta el descanso cuando le dio el relevo bajo palos a Guaita. El Valencia no notó en exceso la expulsión sufrida y supo plantar cara al Sevilla hasta el pitido que mandó a los dos equipos a los vestuarios. Los de Manzano mandaron en el tramo final, pero sin llegar a poner en verdaderos apuros a su rival. Los locales generaban poco y los visitantes se mostraban excesivamente cómodos sin la pelota en los pies.

A los pocos minutos de la reanudación, Manzano retiró a un centrocampista, Romaric, para meter un delantero, Negredo, en una apuesta muy ofensiva por parte del técnico andaluz. El premio a su valentía tan sólo tardó dos minutos en llegar. Un contragolpe muy bien llevado por Cáceres, que finalizó con un fuerte disparo del uruguayo, fue aprovechado por el delantero de Vallecas tras el rechace de Guaita para inaugurar el marcador y hacer saltar al Sánchez Pizjuán. Con el gol se comenzó a notar el cansancio en las piernas de los atacantes visitantes, mientras que para los locales significó un espaldarazo moral para lanzarse a por la sentencia que estuvo cerca de conseguir Luis Fabiano con un remate en semifallo que acabó en el larguero.

A Emery no le gustaba lo que veía sobre el campo y retiró a Mathieu para dar entrada a Jordi Alba, sustitución que Manzano contrarrestó introduciendo a Alfaro por Perotti. Si el primer cambio local tuvo un efecto inmediato con el gol de Negredo, el mismo efecto tuvo el segundo movimiento de fichas de Gregorio Manzano. A los pocos minutos de entrar en el partido, Alfaro lograba sentenciar el choque con un remate de cabeza a pase de Dabo. El segundo puñetazo hispalense a los valencianos fue decisivo, más aún cuando Soldado desperdició la mejor ocasión de los suyos solo ante Javi Varas. Con la victoria, el Sevilla iguala en la clasificación con el Valencia en el quinto puesto con 17 puntos. El equipo che sale de los puestos de Liga de Campeones tras la derrota.