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Los tres talones de Aquiles de la gestión de Laporta
La due dilligence se ensaña en las operaciones urbanísticas
La asamblea de compromisarios del 16 de octubre en la que se hará pública la due dilligence respecto a la gestión de la junta de Joan Laporta tiene tres puntos clave sobre los cuales la nueva directiva de Rosell basará la posible petición de responsabilidades a sus predecesores. Estos puntos no hacen referencia a los gastos cargados a las tajetas de crédito, los vuelos privados o las celebraciones en conocidas salas de fiestas. Eso, que ya ha salido a la luz, es la punta del iceberg de otras actuaciones en las que el club ha perdido mucho dinero y que justifican que de un balance de más 11 se haya pasado en unas semanas a uno de menos 77 y que podría acarrear que la última junta pague 40 millones de su bolsillo.
Los tres vértices de la polémica son Sant Joan Despí, Viladecans y la empresa Traffic. Los dos primeros se refieren a operaciones urbanísticas que no han dado el resultado contable que se esperaba y que han gravado en muchos millones la cuenta de resultados de la gestión de la junta anterior. La tercera se refiere a los fichajes de Henrique y Keirrison. En este caso, se considera que el precio que se pagó estaba muy por encima del precio de mercado de ambos futbolistas, hecho que también podría aplicarse a las operaciones inmobiliarias.