La junta de Laporta se defenderá en los tribunales

A falta de diez días para que se celebre la asamblea de compromisarios del FC Barcelona, la estrategia de la antigua junta de Joan Laporta parece decidida. Los ex directivos no acudirán a la reunión en la que se les criminalizará como los responsables de un despilfarro mayúsculo que podría llevarles ante los tribunales. ¿La razón?, no piensan justificarse en el apartado de ruegos y preguntas y esperarán a que su gestión pase a ser vista por los tribunales para defenderse ante la justicia ordinaria. Por tanto, el día a día del Barça a nivel institucional seguirá siendo objeto de los jueces. Como pasó con las elecciones, con los estatutos y con la duración del primer mandato de Laporta. El Barça no logra sacarse de encima el estigma de ser un club que se rige bajo la agenda de la judicatura.

Joan Laporta ha mantenido (por lo menos), según lo que este periódico ha podido comprobar, dos reuniones en su despacho profesional, con los miembros de su última junta con el objeto de preparar una estrategia conjunta de defensa de su gestión al frente del club. Una gestión que será dilapidada sin piedad dentro de diez días por los nuevos rectores de la entidad que se aferrarán a una 'due dilligence' que no tendrá derecho a réplica. El resultado de esas reuniones ha sido un absoluto caos.

Por una parte, la mayoría de directivos de la última junta ha abogado por no acudir a la asamblea y dejar que la causa siga su curso y defenderse ante un tribunal. Otros abogan por impugnar la asamblea ante el Tribunal Català de l'Esport según lo que se diga y los últimos, como es el caso del presidente saliente, mantienen su postura en una nebulosa. Es más, Laporta podría comparecer en el Palau de Congressos el próximo sábado, aunque lo más probable es que sólo hable ante los medios de comunicación. Quien parece que no acudirá es Joan Oliver, antiguo director general. Este irá directo a los tribunales.