NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Liga BBVA | Barcelona

El Barça asume que ya no hay margen de error

Pep reconoce que la 'Liga de los 100 puntos' no volverá a repetirse.

Actualizado a
<b>PORTADAS CON LA DECEPCIÓN. </b>Las portadas de los dos periódicos catalanes deportivos, Mundo Deportivo y Sport, reflejaban ayer los problemas que el Barça está teniendo en su campo. En sus páginas analizaron las causas del segundo traspié de los de Guardiola en el Camp Nou.

El principal problema del Barça ahora mismo es que no hay partido hasta dentro de doce días. Y preocupa más el tiempo que se estará sin jugar, pero debatiendo, que el nombre del próximo rival, que por cierto, es de campanillas. El Valencia, nada menos. En este período se van a amontonar las preguntas sobre el debe de un club que está acostumbrado a responder a las dudas sobre el césped aferrado a la inmediatez que da el caprichoso calendario. En este sentido, el Barça no dispone del recurso de tener un locuaz director general como el del Madrid, capaz de convertir el agua en vino en lo que dura el intermedio de un partido. El Barça tiene al pragmático Zubizarreta. Un corredor de fondo que traza mal las curvas inesperadas, pero que jamás se sale por la tangente. Por tanto, las palabras del domingo de Iniesta, tipo sensato donde los haya, en la zona mixta tras el chasco ante el Mallorca cobran carácter de dogma: "Ya no hay margen de error". Sabio resumen de la situación.

Han hecho falta sólo seis jornadas de Liga y dos partidos europeos para certificar que el Barcelona actual tiene un problema con varias cabezas. Nada irresoluble porque se han mezclado actuaciones estupendas en escenarios tradicionalmente adversos como San Mamés o el Vicente Calderón junto a pifias monumentales en casa ante equipos que hace muy poco eran carne de cañón para los barcelonistas.

Algo falla.

Para un optimista, las actuaciones del equipo a domicilio llevan a compensar las dos meteduras de pata en el Camp Nou. Formalmente, todo parece estar en su sitio. Las ocasiones se siguen creando, y el guión es el mismo que en los viejos buenos tiempos. Pero algo falla. De no ser así, no se explica que esa máquina de fabricar fútbol sea ahora mismo el equipo que menos goles marque en su estadio.

Muchas preguntas se amontonan en la bandeja de entrada de un cuerpo técnico que afronta semana y media de travesía del desierto. El Barça está acostumbrado a solventar los problemas con la pelota y ahora se ve desposeído de esta potestad por el calendario. El Barça es un equipo que prefiere el partido a la previa. Un equipo que se siente fuerte mientras dura el partido. En ese escenario, pocos reproches se le pueden hacer más allá del acierto individual. Guardiola ya ha descartado que el Barça vaya a sumar los 99 puntos que logró el curso pasado. Otra manera de decir que no hay margen de error.