Carlos Queiroz, el profesor que logró sus mayores éxitos con los más jóvenes

Carlos Queiroz, el profesor que obtuvo sus mayores éxitos en las categorías jóvenes de la selección lusa, fue destituido hoy como técnico de la selección absoluta después de su polémica suspensión de seis meses.

Carlos Manuel Brito Leal Queiroz nació en Nampula (Mozambique) en el año 1953, cuando el país todavía era una colonia portuguesa.

No comenzó a vivir en Portugal hasta 1975, donde se licenció en Educación Física y empezó su carrera ligada al fútbol profesional como adjunto del entrenador Mario Wilson en el Grupo Desportivo Estoril Praia.

Su relación con la Federación Portuguesa de Fútbol comenzó ya en 1987, cuando fue contratado para desempeñar el cargo de seleccionador de Portugal en las categorías inferiores.

Logró grandes éxitos en esa época de su carrera, en 1989 fue campeón de Europa sub-16 y en 1988 subcampeón de Europa sub-18.

Todas esas victorias le valieron que la Federación considerase elevarlo a entrenador de la selección principal y, desde 1991 hasta 1993, fue seleccionador de la categoría absoluta de la selección de Portugal.

Su primer periplo con el equipo de "as quinas" no marchó tan bien como se suponía ya que no consiguió clasificar a Portugal para el Mundial de 1994.

Tras esta decepción, tomó el mando técnico del Sporting de Lisboa, hasta 1995, con el que, a pesar de ser unos de los principales clubes de Portugal, sólo consiguió vencer la Copa de Portugal.

A partir de entonces comenzó la carrera internacional del técnico, un recorrido profesional que él tanto ha citado durante la polémica en la que ha estado inmerso las últimas semanas.

Queiroz fue suspendido por seis meses hace unos días, un castigo decidido por la Autoridad Antidopaje de Portugal (ADOP) que lo acusó de perturbar un control antidopaje en la selección al injuriar a los médicos que se disponían a realizarlo.

La ADOP sostiene que el ex seleccionador insultó el pasado 16 de mayo a un equipo de médicos de médicos de esta institución mientras hacían un control antidopaje por sorpresa a los jugadores de la selección a las 7.45 hora local, en su concentración previa al Mundial de Sudáfrica.

En una entrevista exclusiva a una televisión privada portuguesa, Queiroz rebajó la importancia de ese "encontronazo" y pidió que no se malogro su carrera y su prestigio internacional por este malentendido.

El ex técnico de Portugal reconoció haber insultado a los médicos, pidió disculpas por su mal comportamiento, pero negó que sus palabras afectasen al trabajo de los médicos o que con ellas pretendiese que no se llevase a cabo el control.

En Estados Unidos, Queiroz dirigió al New York Metro Stars en 1996 y en 1997 se trasladó a Japón para dirigir al Nagoya Grampus Eight.

Al año siguiente volvió a cambiar de continente al ser nombrado entrenador de la selección de los Emiratos Árabes Unidos, donde permaneció un año, y desde donde se trasladó a Sudáfrica para hacerse cargo de su equipo nacional, que logró clasificar para el Mundial de fútbol de 2002 de Corea del Sur y Japón.

Finalmente, las críticas que cosechó en la prensa sudafricana y la tensión con la Federación de este país hizo que abandonase el cargo y trabajase como segundo del técnico Alex Ferguson en el Manchester United.

Quizás uno de los puntos clave de su carrera se produjo el 25 de junio de 2003, cuando fue presentado como entrenador del Real Madrid por dos próximas temporadas, sin embargo, no conquistó títulos con el club blanco y regresó a su puesto junto a Ferguson.

El 11 de junio de 2008, la Federación Portuguesa de Fútbol anunció la contratación de Queiroz como técnico de la selección por cuatro años.

El presidente de la Federación Portuguesa de Fútbol, Gilberto Madaíl, declaró entonces que Queiroz era "indiscutiblemente, una referencia en la cima entre los técnicos portugueses" y reconoció que era su primera opción para ocupar el cargo.

Madaíl siempre fue el principal valedor de Queiroz desde su contratación y defendió en el interior del organismo al seleccionador desde el pasado Mundial de Sudáfrica, cuando los más críticos consideraron que el equipo capitaneado por Cristiano Ronaldo no había llegado lo suficientemente alto -se alzaron con el cuarto puesto-.