NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Internacional | Brasil

El perfil de Mano Menezes, nuevo seleccionador de Brasil

La garra y competitividad marcan a sus equipos, un perfil que claramente buscaba para la selección la CBF, que antes que a Menezes, le ofreció el puesto a Muricy Ramalho.

Actualizado a
CONFIRMADO. Mano Menezes será el nuevo seleccionador de Brasil
Mauricio Lima

Mano Menezes es un profesional cabal y abnegado, curtido en banquillos sometidos a mucha presión, que hoy recogió el testigo de la selección de Brasil con aire flemático, sin dejarse intimidar por ser la segunda opción de la Confederación Brasileña ni por el fantasma de un nuevo Maracanazo en 2014.

Este hombre sereno e impasible promete que no le temblará el pulso para borrar el recuerdo de la fatídica final del Mundial de 1950 que Brasil cedió en casa ante Uruguay, que perdura en el imaginario nacional a pesar de las cinco estrellas bordadas en la elástica Canarinha.

El celo profesional, la entrega y el compromiso de Menezes se pueden ilustrar con la actitud que tuvo en la última jornada de la Liga de 2007, cuando dio prioridad a los intereses de su equipo de aquel entonces, el Gremio, sobre los del Corinthians, su adversario en ese partido y con el que ya había firmado un contrato en secreto.

Aquel día mandó a su equipo atacar con arrojo para optar a una plaza en la Libertadores. Obtuvo un empate 1-1 que a la postre fue insuficiente para las aspiraciones del Gremio y condenó al descenso a un Corinthians al que se uniría esa misma semana.

Entonces, no le arredró el reto de devolver al Corinthians a la elite del fútbol brasileño, puesto que ya había desempeñado el mismo cometido con el Gremio, al que catapultó de la segunda división a una final de la Libertadores en un año y medio.

Estos episodios muestran la garra y competitividad que marcan a sus equipos, un perfil que claramente buscaba para la selección la CBF, que antes que a Menezes, le ofreció el puesto a Muricy Ramalho.

Oriundo de Passo do Sobrado (Río Grande do Sul) y fiel representante de la espartana escuela de técnicos del sur de Brasil, Luiz Antonio Venker "Mano" Menezes está lejos de ser un esteta.

Con él en el cargo, la consistencia defensiva, el orden y la disciplina continuarán siendo los emblemas de Brasil en los próximos cuatro años.

Esto no implica que vaya a seguir los dictados de su coterráneo y más inmediato predecesor, Dunga, quien desertó en Sudáfrica del juego bonito, puesto que Menezes es un estudioso del fútbol, que sabe explotar el talento de sus jugadores, escudriñar sus adversarios y adaptar la táctica durante los partidos.

Tenaz y pragmático, exprime al máximo el elemento sorpresa y se ha servido en varias ocasiones de artimañas como mentir acerca de sus planteamientos para despistar a los técnicos rivales.

Licenciado en Educación Física, prepara sus tácticas hasta la extenuación en concentraciones interminables. "No creo en amuletos, sí en el trabajo", es una frase que ha salido de sus labios y que resume su talante.

En el trato con los jugadores es abierto y dialogante, pero hace respetar la jerarquía, no tolera indisciplinas ni concede privilegios, ni siquiera a una "vaca sagrada" como Ronaldo.

A pie de campo es explosivo, un líder que grita y da órdenes con vehemencia, pero fuera de la cancha se serena y nunca responde con una salida de tono, lo que seguro agradecerán los aficionados y periodistas que aguantaron los desaires del intempestivo Dunga.

En el trato con los forofos es atento, cercano y moderno. Fue el primer entrenador de Brasil en abrir una cuenta de Twitter, que actualiza a diario y siguen 1,4 millones de personas.

En su currículo aparecen pocos equipos, lo que es precisamente su mejor carta de presentación, puesto que suele terminar sus contratos y no da motivos para que lo despidan a mitad de la temporada, toda una excepción en Brasil.

Profesional desde 1997, a sus 48 años ha facturado tres ligas regionales de Río Grande do Sul, una de ellas con el humilde Guaraní, su primer equipo, y otras dos con el Gremio. Con el Corinthians ganó en 2009 el campeonato de São Paulo y la Copa de Brasil.