Liga BBVA | Barcelona
La fiesta del alirón del Barça acabó con 104 detenidos
La batalla campal dejó 119 heridos y graves destrozos en las calles próximas a las Ramblas
El alirón del Barça puso patas arriba los alrededores de las Ramblas después de la "batalla campal", en definición de los Mossos d'Esquadra, que tuvo lugar después de la medianoche del domingo y que terminó con 104 detenidos y 119 heridos, ninguno de gravedad.
Los vándalos quemaron 19 contenedores y una gran lona de publicidad callejera, y destrozaron tres papeleras, dos semáforos, dos cabinas telefónicas, la fachada de una sucursal bancaria, el andamio de una obra en construcción y el cristal de un autobús, informó el Ayuntamiento que se presentará como acusación particular para reclamar a los autores de los destrozos la restitución de los daños en el mobiliario urbano. La policía cargó para evitar males mayores y proteger a gente amenazada por los violentos.
El Servicio de Emergencias Médicas atendió a 31 policías y a 87 participantes en los festejos que tuvieron su eje principal en la Plaça de Catalunya donde llegaron a congregarse 40.000 personas. Por el Barça, el director general Joan Olivé, destacó: "No es responsabilidad del club lo que suceda fuera del estadio. Hay gente que aprovecha nuestras victorias para armar líos".
3.000 latas de cerveza y 667 botellas de bebidas alcohólicas
Las actuaciones preventivas de la Guardia Urbana de Barcelona no tuvieron el éxito deseado: los agentes decomisaron 3.000 latas de cerveza y 677 botellas de bebidas alcohólicas a los vendedores ambulantes y particulares que se acercaron a la Plaça de Catalunya para seguir el partido Barça-Valladolid y festejar después el título de Liga barcelonista. Assumpta Escarp, concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Barcelona, manifestó ayer que esa plaza "se ha consolidado como opción de celebración de los barceloneses", a la vez que lamentó que "un grupo reducido (más de un centenar) se dedicara a cometer actos vandálicos y arremeter contra la autoridad". Transportes Metropolitanos de Barcelona contabilizaron en la red de metro 1.203.000 validaciones más que en un domingo de fútbol en el Camp Nou, y el servicio se prolongó hasta la una de la madrugada. Fue curiosamente a partir de entonces cuando empezaron a producirse los peores incidentes en una noche negra para la ciudadanía del centro de Barcelona.