Guardiola quiere frenar de golpe las celebraciones de sus jugadores

Con la mente puesta en el partido del próximo fin de semana, Guardiola exigió nada más bajar del avión procedente de Sevilla que se olviden de celebraciones espontáneas y que disfruten, eso sí, de los dos días de asueto que les concedió tras la importantísima victoria en el Pizjuán. El entrenador pretende evitar que la plantilla se sienta vencedora de un campeonato que tienen en la mano, pero que deberán abrochar ante el Valladolid, ansioso de un triunfo que le conduzca definitivamente a la salvación.

Con la reciente experiencia vivida con el Inter en las semifinales de la Champions League, Pep dio las instrucciones a la plantilla, que vibró sobre el terreno de juego del Pizjuán y que según cuentan, hizo su particular celebración en los vestuarios del estadio hispalense. Hasta que no se derrote a los vallisoletanos (si es que se consigue) y después de que el colegiado (aún no se sabe quién dirigirá el partido ni el horario de éste) decrete el final, el preparador sólo tiene una cosa en la cabeza: concentración máxima en el encuentro. La idea no es otra que ahorrar esfuerzos y focalizar un partido que intuyen muy trabado, defensivo por parte del equipo de Clemente y la referencia será el chasco ante el Inter, cuando todo el mundo hablaba de remontada y ningún futbolista fue capaz de rubricar el triunfo más estéril de toda la presente temporada.