Mourinho: "No aseguro que vaya a seguir en el Inter..."

Mourinho echó ayer un poco más de picante a la rumorología sobre su futuro como técnico del Madrid. En la previa de la final de la Copa de Italia que disputará hoy el Inter contra el Roma (20:45h, Canal+ Fútbol), el portugués dejó abierta la puerta a su salida del conjunto milanés: "No puedo decir al cien por cien que vaya a seguir en el Inter. En el fútbol no hay nada seguro". Esta declaración de principios se completa con otra que realizó hace unos meses: "Cuando acabe la experiencia con el Inter no me quedaré en Italia, sino que espero ir a España, porque mi objetivo es ganar los títulos de los tres campeonatos más competitivos (Inglaterra, Italia y España)".

Y es que, según ha sabido AS, Mourinho tiene decidido abandonar el club italiano al final de temporada y su destino, con casi total probabilidad, será el Santiago Bernabéu.

En estos momentos las intenciones de Mourinho coinciden con los deseos del conjunto blanco. En la cúpula del club blanco se considera que el portugués es el técnico ideal para afrontar el proyecto de la próxima temporada.

Pellegrini.

La decisión sobre el futuro de Manuel Pellegrini se tomará tras el encuentro contra el Málaga, pero aun ganando la Liga, las opciones de que el chileno continúe al frente del banquillo son inferiores a las que tiene Mourinho de dirigir al Madrid la campaña 2010-2011.

El técnico italiano ya estuvo a punto de hacerlo el pasado verano, pero las negociaciones con el Madrid no fructificaron y el elegido para el banquillo blanco fue Manuel Pellegrini. Casi a regañadientes, continuó una campaña más en el Inter con el compromiso de Massimo Moratti de reforzar el equipo. Nunca ha sido feliz en Italia y recientemente desveló la existencia en su contrato de una cláusula liberatoria: "Mi contrato es simple: tengo dos años más, con una cláusula que me permite salir cuando quiera". En el caso de que Mourinho rompa su contrato antes de 2012, tendrá que indemnizar al club italiano con ocho millones de euros.

En su comparecencia de ayer, el portugués alimentó su animadversión hacia el Barcelona, recordando lo ocurrido la semana pasada en el Camp Nou: "No recuerdo que en ninguno de mis equipos haya impedido festejar a los rivales sobre el campo. No recuerdo haber obligado a los adversarios a darse una ducha".