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FÚTBOL FEMENINO | FINAL DE LA SUPERLIGA

Jade: "El pase a Natalia lo di con el corazón"

Jade Boho Sayo (Valladolid, 30-08-1986) es vallisoletana de nacimiento y africana de sangre, ya que su madre nació en Guinea Ecuatorial. Siendo muy pequeña se trasladó a vivir a Madrid y su infancia transcurrió entre Orcasitas y Vallecas , donde vive en la actualidad junto a su madre, por lo que se considera vallecana.

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Jade: "El pase a Natalia lo di con el corazón"

El domingo, ante el Espanyol, no formó parte del once titular, pero salió en el minuto 49, tras la lesión de Willy y, en el último minuto, tuvo el honor de darle a Natalia el pase del gol de la victoria rayista. Confiesa que ese pase lo dio con el corazón y sueña con volver a hacer algo grande en el partido de vuelta este domingo. Es su tercera temporada en el Rayo. Antes estuvo en el Torrejón y el Orcasitas. Además tiene el honor de haber sido campeona de Europa Sub-19 en 2004 y de haber participado ese mismo año en el Mundial de Tailandia.

¿Qué se le pasó por la cabeza cuando al filo del final del partido le cayó ese balón?

Levanté la cabeza para ver a quién tenía y sólo pensé que lo tenía que hacer perfecto. La verdad es que tengo que reconocer que ese pase lo di con el corazón. Me pasó un poco algo parecido que en aquella final de la Copa de la Reina de 2008 (en aquella ocasión Jade dio a Natalia el pase del gol que dio la victoria y la Copa al Rayo ante el Levante por 3-2).

¿Cómo fue ese momento?

R: Entre la tensión del partido, el campo de hierba, al que no estamos acostumbradas, y la carrera que me di por la banda, la verdad es que me faltaba el aire y mientras las demás estaban celebrando el gol con Natalia yo aún estaba en la banda recuperándome. Me quedé un poco sola. Entonces, mientras cogía aire, me puse a levantar los brazos y a dar palmas a la afición, que tanto nos apoya y a la que le debemos tanto.

Y era el Día de la Madre. Buen regalo para la suya.

Sí. La verdad es que le hice el mejor regalo. Además, mi madre (Lourdes Cristina) para mí es todo y está muy orgullosa de mí. La pobre, cuando yo empecé a jugar no entendía nada de fútbol y ahora ya hasta me comenta las jugadas. Ella es la que más me anima.

¿Y lo celebró?

Celebrar es una palabra muy grande y aún nos quedan los 90 minutos de Barcelona.

Para una vallecana debe de ser muy especial jugar en el Rayo.

Sí que es verdad que de vez en cuando algún aficionado me recuerda que soy de Vallecas, pero tanto el club como la afición nos tratan a todas igual.

¿Y usted cómo empezó a jugar al fútbol?

¡Uf! Yo ya con 3 añitos, iba con mi hermano y me encantaba darle patadas a un balón, pero cuando empecé a jugar en un equipo fue en el Orcasitas, con 13 años. Entonces no tenía ni idea de que existieran equipos de fútbol femenino, ya que en el colegio, en Orcasitas, los niños nos miraban mal cuando les decíamos que queríamos jugar al fútbol. Fue una compañera de curso la que me avisó de que su padre estaba buscando chicas para montar un equipo de fútbol. Probé, me gustó y ahí empezó mi aventura en el fútbol.

¿Cómo y dónde consiguió esa velocidad que exhibe por la banda?

¡Ah! Eso es una historia. Yo no corría nada y lo hacía muy mal, pero cuando era pequeña, como era muy traviesa y mi madre no sabía qué hacer conmigo para que me cansar, un día me dijo que me fuera con mi prima que practicaba atletismo y que me fuera con ella, a ver si me cansaba un poco. Probé y me gustó. Estuve poco tiempo, tres meses, ya que mi madre se enfadó porque suspendí inglés. Esos tres meses me dieron para mucho, ya que aprendí sobre todo la técnica de la carrera y la zancada y eso me ha servido mucho.

¿Cuál era su especialidad?

Era muy buena en velocidad y en 100 metros vallas.

Ahora se explica lo de su punta de velocidad.

Pero también era buena en otros deportes. Después del atletismo, probé con el ping-pong, el voley, el baloncesto. En ping-pong llegué a ser subcampeona de Madrid. ¡Me encantaba!

Usted estaba opositando para la Policía Nacional. ¿Cómo va eso?

Este año volveré a presentarme. La primera vez que lo hice aprobé el examen físico, pero me quedé a un punto y medio en el teórico. Este año volveré a intentarlo, pero no es fácil porque hay que hincar mucho los codos...

Usted, además, puede presumir de ser campeona de Europa Sub-19 con España en 2004.

Eso es de lo más bonito que me ha pasado en el fútbol, junto a ir a un Mundial y ganar la Copa y la Superliga con el Rayo.

¿Dónde guarda la medalla?

En un cuadrito de cristal, para que no coja polvo. También guardo la camiseta de aquel día, con la que marqué el primer gol para España y la bandera que me enfundé para celebrar el título.

¿Le gustaría volver a vestir la camiseta de España?

Por supuesto, no tengo palabras para describir lo que supone para mí vestir la camiseta de España y poder defender los colores de mi país. En la Selección hay un nivel increíble, por lo que es muy difícil estar ahí, pero me encantaría.

¿Y qué daría jugar el partido de vuelta este domingo en Barcelona?

Es muy difícil también estar en el once del Rayo, pero yo estoy con muchas ganas. Confío en mí y en mis compañeras un montón, así que estoy segura de que salga quien salga lo hará bien y se dejará la piel por el Rayo. Pero si Pedro me da la oportunidad, saldré a comerme el césped.