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FÚTBOL INTERNACIONAL

Fernando Cáceres quiere ser entrenador en Argentina y España

Cáceres, que recibió un balazo en el rostro, perdió un ojo, tiene el proyectil alojado en la cabeza y sobrevivió "de milagro" gracias a su complexión física, según los médicos que le atendieron, está alojado en la casa de su madre, Ramona, tras recibir un prolongado tratamiento.

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El ex futbolista argentino Fernando Cáceres, que hizo un regate a la muerte tras ser atacado a balazos cuando intentaron robarle el coche en noviembre pasado, aseguró que no se impone plazos pero que quiere ser entrenador, primero en su tierra y después en España.

"No guardo rencor por lo que me pasó. Por eso le dije al fiscal que quisiera conocer a quienes me atacaron", dijo el ex futbolista al diario La Nación, de Buenos Aires.

"Estoy muy contento de estar de nuevo en casa, con los míos. Es algo especial, pero quiero seguir adelante con la recuperación", agregó ''el Negro'' Cáceres dos días después de haber sido dado de alta en el Instituto Fleni bonaerense, donde permaneció durante algo más de dos meses.

El ex defensa de los clubes de su país Argentinos Juniors, River Plate, Boca Juniors e Independiente y de los españoles Celta de Vigo, Valencia, Real Zaragoza y Córdoba, de 41 años, cumple más de diez horas diarias de tareas de rehabilitación.

"Ya tengo el curso de entrenador terminado y aprobado. Después esperaremos a que aparezca alguna posibilidad para comenzar como entrenador. Pero voy despacio. No me impongo plazos", dijo.

"Quiero dirigir en Argentina y después me iría a vivir a Zaragoza, donde jugué varios años y mantengo muchos amigos", agregó tras recordar que en el Independiente de Avellaneda fue segundo entrenador.

"Me ayudó mucho mi entorno. Me enteré de cómo fue todo lo que pasó y de verdad fue complicado. Lo viví, claro, pero no estaba consciente. Era mucho mejor así que vivirlo consciente, porque fue terrible todo por lo que tuvo que pasar mi familia. No me sorprendió el comportamiento de ellos de tomar el mando de lo que me sucedió porque somos muy unidos", comentó.

Al referirse al futbolista paraguayo Salvador Cabañas, que afronta una situación similar a la suya al recibir un disparo de arma de fuego en México, y con el que ha compartido horas de tratamiento en el Fleni en los últimos días, afirmó: "Salvador tiene una fuerza enorme".

"Hablamos de que no hay que darle ventaja a nada y seguir para adelante. Hablamos de fútbol y sobre su ansiedad de ir a jugar el Mundial. Le dije que no se ponga plazos porque por ahí te pones un tiempo y después no lo consigues y eso es malo", señaló.

"La gente que se ocupó de mí, desde el principio, me ayudó a luchar. Me ayudó a no bajar los brazos y hoy, por suerte, puedo contarla", indicó.