Cayó Pepe Mel: "El miedo estaba en irse a Segunda B"

El ex técnico se despedía así del club: "El fútbol es a veces injusto y esta vez, por las reglas que todos sabemos, toca dar un paso atrás para que el Rayo siga su curso, y esperemos que esta medida sea la acertada para que el Rayo tenga la estabilidad que ha tenido estos tres años conmigo".

Y añadió: "Quería despedirme de la gente, he notado en estas dos últimas semanas -las que se rumoreó su posible cese- mucho cariño de la gente que ha trabajado conmigo, quería dar las gracias, y ahora tengo que decir que soy un rayista a pie. Espero que el equipo, con esta destitución, enderece el rumbo para hacer una buena clasificación".

Pero para Mel esta situación se hace dolorosa por su afición declarada por el club: "Es un poco más doloroso. Han sido tres años en los que uno ha aprendido a entender a este equipo y a querer a su gente. Me habría gustado despedirme del Rayo así, llegar al 30 de junio, aunque en el fuero interno tenía claro que esta era mi último año aquí porque era muy complicado seguir por muchas cosas".

Y añadió: "Esperaba llegar a junio y hacer las despedidas sin irme por la puerta de atrás. El Rayo ahora lo llevo dentro, espero que con el nuevo entrenador enderece el rumbo y esa pizca de suerte que no ha habido últimamente conmigo ahora aparezca".

El técnico no pudo explicar los motivos que han llevado al equipo a la actual situación, y a su destitución: "Ojalá tuviera explicación, si la hubiera tenido no estaría aquí, habría puesto el remedio. Hemos hecho una Copa brillante, el 2009 acabó bien, pero todo se ha torcido y en el fútbol no hay memoria ni hay paciencia".

Y eso que es el técnico que más encuentros ha dirigido al equipo: "Era un récord estar aquí tres años y medio. No he podido cumplir la cuarta, pero ahora quiero mirar hacia delante. Voy a estar unos días mal, muy jodido, pero dentro de poco seguro tendré la ilusión de un nuevo proyecto y espero que el futuro sea bueno para el Rayo y para mi".

En cuanto a si se sentía con fuerzas e ilusión por continuar, el técnico adujo: "Sí, le he dicho esta mañana a Jose María Ruiz-Mateos que yo no tengo ningún problema en comprometerme con él que el Rayo se va a quedar entre los siete primeros. Ellos el miedo que tienen es el de la historia pasada con el Rayo en Segunda B".

Aunque dejó claro que para él eso era impensable: "Eso es impensable para mi y yo creo que con este equipo el Rayo va a acabar en mitad de la tabla como mínimo, pero entiendo su postura que haya que poner a otro".